Él es ciego, ella no camina, pero suben montañas
El amor por las montañas y el senderismo es más fuerte que sus problemas. Ella necesita de una silla de ruedas para moverse y él quedó ciego por la pérdida de la vista por el glaucoma.
Melanie Knecht y Trevor Hahn rompen todos los moldes. Ellos aman el senderismo y logran alcanzar metas que todos les dijeron que no podrían alcanzar.
Es que Melanie, de 29 años, nació con espina bífida y necesita de una silla de ruedas para moverse. En tanto, Trevor, de 42, hace cinco años perdió la vista debido al glaucoma.
A pesar de ello, aman la montaña y logran cosas que todos creen imposibles en sus condiciones.
Hace un tiempo, Melanie visitó la Isla de Pascua, y la recorrió sobre la espalda de un amigo. Mediante una mochila diseñada al estilo de la que usan los padres llevaran a los niños pequeños, se pudo trasladar y conocer.
En tanto, a Trevor sus amigos lo guiaban haciendo sonar una campana.
Hace poco se conocieron y entre los dos hicieron el equipo perfecto.
“Él es las piernas, yo soy los ojos”, cuenta Melanie con una sonrisa. Ambos se ayudan mutuamente y se suman a las caminatas del resto de los grupos que emprenden caminatas por los senderos.
Los dos viven en Colorado, Estados Unidos, y su sueño es lograr escalar una montaña de más de cuatro mil metros de altura.
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