“Las zapatillas no te hacen correr más rápido. Concentrémonos en el atleta real”
Tras lograr bajar las dos horas en los 42 kilómetros, Eliud Kipchoge habló con la prensa sobre el hecho histórico logrado en Viena.
El keniata Eliud Kipchoge es en la actualidad el eje central de la mayor parte de los debates y sucesos del mundo del atletismo. Sin dudas, el hito logrado por Brigid Kosgei (logró el récord mundial de maratón en damas) también es para aplaudir, pero el haber bajado las dos horas en los 42 kilómetros generó un sinfín de comentarios.
En una charla con el diario holandés Algemeen Dagblad, como también en diálogo con El País de España, el atleta se refirió a lo ocurrido durante el domingo y también las opiniones al respecto, quitándole valor a las miradas críticas: “Lo importante es el atleta. Si tienes buenas zapatillas y no estás en forma, no puedes hacer nada. Al final, las zapatillas no son la respuesta; no te hacen correr rápido. Soy un ser humano”.
Al mismo tiempo, remarcó: “No es como con un coche, que tienes dos tipos de combustible: un combustible que va muy rápido y otro combustible que es lento. Con los seres humanos, si no estás en forma mental y físicamente, no puedes hacer nada. Concentrémonos en el atleta real”.
“Si alguien critica nuestro desempeño, está perfecto. Siempre hay críticas. No se puede evitar que suceda, pero puedo intentar dejarlas para que no se me metan en la cabeza”, relata.
Al mismo tiempo, se refirió al grupo de 41 liebres que colaboró para que lograra alcanzar la marca inferior a las dos horas: “En una guerra, son los soldados quienes luchan, pero los créditos se los llevan los hombres de arriba. No estoy caminando solo, no fue solo mi día histórico. Fue el día de todo mi equipo”.
El encuentro con la prensa holandesa se dio debido a un reconocimiento que se le hizo a Kipchoge en La Haya.
“Espero que un día los líderes mundiales puedan ir a Siria, por ejemplo, sin necesitar tanta seguridad, y que la gente pueda ir allí también para correr, ver las ciudades y disfrutarlas”, argumentó, al tiempo que agregó: “Un mundo que corre es un mundo pacífico. Si la gente de todo el mundo corriera, habría más personas sanas”.
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