Cinco beneficios de correr lento
Detrás de los entrenamientos donde la marcha es lenta también hay grandes beneficios.
Un gran número de runners cree que sólo corriendo rápido se mejora como corredor, pero la verdad es que eso no es así: detrás de los entrenamientos donde la marcha es lenta, también hay grandes beneficios.
Entrenamiento aeróbico: correr lento es hacerlo con el sistema energético “aeróbico”, que significa un ejercicio lo suficientemente lento para que el oxígeno no nos falte.
El sistema contrario es el “anaeróbico”, que se usa corriendo rápido y donde se pasa a una fase donde falta el oxígeno.
Un ejemplo de ello es que suele costar hablar fluido cuando se está corriendo.
Entrenar de forma aeróbica es fundamental para los corredores de fondo, ya que es el sistema más usado en carreras de larga distancia. En maratones, por ejemplo, es superior al 90% su uso energético.
Asimilación de ejercicios de calidad: para una buena asimilación de todos los entrenamientos de velocidad que se hagan es fundamental el complementarlos un día después con una jornada de trote lento.
Eso ayudará en la recuperación de los entrenamientos duros, que son los llamados “de calidad”.