Pedalean 2500 kilómetros para juntar fondos para un merendero
Dos amigos se unieron para hacer entre 100 y 200 kilómetros por día para ayudar a un merendero.
Tomy García y Daniel Rodríguez son dos amantes del ciclismo que decidieron emprender una travesía de 2500 kilómetros recorriendo Uruguay de manera solidaria, con el objetivo de juntar fondos para el merendero Soñando por los Niños.
La idea es conectar las 19 capitales de cada distrito del país, en un desafío que decidieron llamar “La Vuelta Ciclista de Uruguay”.
En una temporada compleja para los amantes del ciclismo y sin la tradicional competencia “La Vuelta de Uruguay”, estos dos bikers tomaron sus mountain bike y eligieron recorrer el país con un objetivo que se lo pusieron con el corazón por sobre el deporte: el poder ayudar a un merendero.
“Es un desafío que lo tomo muy personal, es algo propio, por eso uno lo encara con el corazón y la pasión”, relata Tomy García en diálogo con el sitio web El Acontecer.
Este emprendimiento tiene como fin ayudar reunieron fondos para el Merendero Soñando por los Niños, que se encuentra en el Departamento de La Florida, y está a cargo de Luciano Lorenzo.
Por lo general, está pensado pedalear entre 100 y 200 kilómetros por jornada, parando en cada una de las capitales.
Tomy es un ciclista amateur que en un principio decidió por embarcarse en este proyecto de manera solitaria, pero evaluando la situación, lo meditó y decidió invitar a un amigo para que lo acompañe.
Así fue como Daniel Rodríguez dio el visto bueno para rodar junto con su amigo.
“Cuando le conté a Daniel sobre el reto que significaba hacer 2500 kilómetros, le interesó sumarse, pero al saber cual era el fin del emprendimiento, dijo que sí al instante”, recuerda Tomy entre risas.
La idea de estos dos ciclistas es que la gente pueda aportar un peso por kilómetro recorrido, aunque ambos coinciden: “No hay un monto fijo, lo mejor es que cada uno ayude con lo que pueda, ese es el verdadero fin para poder ayudar al merendero”.
Inicio con lluvia y viento
El comienzo de la Vuelta Ciclista de Uruguay no fue para nada sencillo, dado que el primer día hubo que luchar contra el viento y una fuerte tormenta que volvió más duro y lento el camino.
Así y todo, estos dos amigos no se desanimaron. Y al llegar a cada pueblo, el semblante es el mismo. “Nos reciben muy bien, con alegría y aliento para que podamos completar este viaje”, relatan.
Además, la imagen que ven a cada paso es una sola: “La gente nos brinda mucho cariño, se acercan a la ruta a acercarnos comida y agua para que no nos falte nada. Además, el aliento que nos brindan nos ayuda a seguir por más empinada que sea la subida”.
Todo aquel que desee colaborar, puede hacerlo a la Red Pagos – Cuenta 62 99 06.