Con 92% de discapacidad, es feliz al salir a correr con su padre
A pesar de tener casi todo su cuerpo paralizado, un niño muestra su alegría al poder disfrutar del running junto con su padre adoptivo.
Mario tiene 7 años y una movilidad tan sólo de un 8% de su cuerpo. Sufre de discapacidad de pequeño, pero cuenta con un inmenso amor de sus padres adoptivos, que lo fueron a buscar a Etiopía cuando tenía cuatro meses, y lo llevaron a su nuevo hogar, en Galicia.
Si bien no está confirmada la enfermedad que derivó en sus problemas actuales, tras realizarle diversos tests, los médicos determinaron que probablemente sufrió una hipoxia al nacer.
Mediante una nota en el periódico La Voz de Galicia, sus padres adoptivos José Luis y Paula reconocen que en un principio fue “duro”, pero que “el amor pudo más”.
“Pasado el shock inicial, estamos superfelices con él. Es el niño más maravilloso del mundo. Nos hace disfrutar de todo, todos los días”, relatan en diálogo con el medio de comunicación gallego.
Mario no puede caminar y depende de una silla de ruedas para su movilidad.
Tampoco tiene la posibilidad de mover sus manos, pero con su mirada se comunica y da claros mensajes.
“Con su mirada dice todo, no necesita más que eso”, expresan sus padres del corazón.
A la hora de hacer actividad física, el padre relata sobre el entusiasmo de su hijo al salir a correr: “Lo hago desde que tenía tres añitos. Es que ves que se lo pasa genial, porque además es un niño al que le gusta mucho la calle. Cuando me ve cambiándome para salir a correr, se vuelve loco. Si algún día voy sin él, tengo que ir a escondidas”.
Tanto le ha gustado el salir a correr, que debieron comprarle una silla especial para hacer deporte.
Su hermano Alex, también adoptado y nacido en Vietnam, suele acompañarlos en una patineta.
“Compramos un carrito especial. Cuando Mario hace ¡pi-pi-pi-pi-pi! es para que lo saque a correr. Que en realidad es él el que me saca a mí, que voy siempre empujando el carrito. Hicimos ya una media maratón de España, y ahora hasta se me hace raro ir sin la silla”, cuentan entre risas.
Finalmente, los dos padres expresan: “Ser padre tienes que quererlo, te tiene que gustar. Disfrutas de cada etapa de los niños, te llena totalmente. Eso sí, muchas veces, cuando te ahoga la vorágine del trabajo, te va comienza la culpa. Pero lo importante es que el tiempo que dispongas con ellos sea de calidad”.
Foto: La Voz de Galicia – Marcos Míguez