Correr previene el cáncer de mama

Los beneficios del running son una fuente inagotable. Según un estudio, hacer ejercicio durante la adolescencia permite reducir hasta un 30% el riesgo de desarrollar la enfermedad en el futuro.

Un estudio realizado en el campo de la oncología por la Universidad de Southern California ha demostrado que el ejercicio físico reduce entre un 30% y 35% el desarrollo de las células cancerosas en las mamas. El motivo es que llevar a cabo un entrenamiento moderado interfiere con la ovulación mensual de una adolescente, lo que equivale a una menor producción de estrógenos. Y eso tiene un efecto protector, ya que esas células, que son las que producen la leche materna después de la gestación, son precisamente las que con más frecuencia se tornan cancerosas.

Pese a esta acumulación de evidencias en su favor, es la primera vez que se valoran los aspectos preventivos del ejercicio con un lapso de tiempo tan largo. Los científicos aseguran que esta protección es especialmente destacada durante la llamada ‘edad del pavo’, muchos años antes de que el cáncer comience a ser una preocupación real para estas chicas.

Pero así como se determinó que quienes practican deporte con más frecuencia -aunque sea sólo una hora semanal- son menos proclives a padecer la enfermedad, también se concluyó que el realizar más ejercicio no significa un mayor nivel de protección. Además, se descubrió que no importa el tipo de actividad que se lleve a cabo, ya que cualquier esfuerzo físico tiene el mismo efecto protector.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud, junto con otras organizaciones internacionales como la Sociedad Americana de Cáncer, está incentivando el ejercicio físico, y también el mantenimiento de un peso normal, como motivos decisivos para la prevención del cáncer de mama. A tenerlo en cuenta.