Consejos para motivarse y no abandonar el ejercicio
A demasiadas personas les pasa que comienzan a practicar alguna actividad física pero al poco tiempo se aburren y la abandonan. Los motivos para eso son variados.
Aunque lo importante es que hay cosas que se pueden hacer para que esto no ocurra.
Buscar el apoyo de alguien: resulta mucho más difícil inventar excusas para no ir a entrenar si hay alguien esperándonos.
Encontrar alguna actividad que sea divertida: para algunas personas encerrarse en un gimnasio es muy aburrido. En ese caso se puede optar por ir a caminar al parque, hacer algún deporte en equipo o inscribirse en una clase de baile.
Plantearse metas realistas: tener un cuerpo de modelo en un mes, o pretender correr una maratón con sólo dos semanas de entrenamiento, seguramente sean metas imposibles de alcanzar. Y eso termina generando frustración. Por eso hay que ser realista.
Monitorizar el progreso: marcar en un calendario los días en los que se hizo ejercicio es muy útil como motivador visual, y nos provocará más ganas de seguir entrenando.
Pensar en los beneficios: cuando se está muy cansado y cuesta hacer ejercicio hay que pensar en todos los beneficios de la actividad física.
No compararse con otros: hay que olvidar a los demás y concentrarse en el rendimiento propio.
Comer sano y dormir lo suficiente: una de las motivaciones para seguir haciendo ejercicio es el hecho de que uno se siente mejor. Y también ayudará a eso el tener buenos hábitos de alimentación y de descanso.
Desarrollar una mentalidad y estilo de vida “fitness”: elegir subir por las escaleras, ir en bicicleta al trabajo o caminar al supermercado.
Premiarse: si se cumplió con el objetivo, por ejemplo, de entrenarse cuatro días a la semana, hay que recompensarse. Pero lo ideal, claro, es que se trate de algo sano (por ejemplo, regalarse un día de spa), y no una comida chatarra que nos haga desperdiciar los beneficios obtenidos.
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