Un corredor murió atacado por un oso en Italia
Andrea Papi, un corredor de trail running de Italia, murió debido a un ataque de un oso, mientras llevaba adelante un entrenamiento en medio del valle Val di Sole.
Andrea Papi, un corredor de trail running de Italia, murió debido a un ataque de un oso, mientras llevaba adelante un entrenamiento en medio del valle Val di Sole.
Con 26 años, el corredor entrenaba en la región de Trentino-Alto Adigio, en el norte de Italia, y de acuerdo a lo informado por las autoridades policiales al periódico La Reppublica, el cuerpo fue hallado sin vida y con marcas que evidenciaban “el ataque de un animal salvaje de gran tamaño”.
El trail runner fue encontrado muerto en el Monte Peller con importantes heridas en su estómago y múltiples rasguños en su espalda y cara.
El corredor y un entrenamiento como un día cualquiera
Papi salió a entrenar, como era su costumbre, por la ruta de Caldes, y al llegar a la cima del Malga Grum, ubicado a una altitud de 1525 metros, le envío un video a su madre, con una imagen del bosque y el camino, pero las señales de alerta se encendieron cuando no se tuvieron noticias al llegar la noche.
Al día siguiente, un equipo de rescate siguió sus pasos, con más de un centenar de colaboradores. Bomberos, carabineros, guardabosques y la Cruz Roja se dirigieron al monte, equipados con perros de búsqueda y drones.
Casi un día más tarde, gracias al hallazgo de uno de los perros, se encontró el cuerpo de Papi, que estaba un sector difícil de ubicar y cubierto por ramas secas.
La mirada de los especialistas
Desde el primer momento en que se encontró el cuerpo, los especialistas supieron que no se trataba de un accidente, sino de un ataque de un animal. De hecho, en declaraciones a la prensa, se apuntó: “Heridas devastadoras en la cabeza y en todo el cuerpo que no están emparentadas a una caída accidental o al ataque de un animal pequeño”.
Posteriormente, tras realizar exámenes forenses, los médicos detallaron: “Las huellas del encuentro del corredor con el oso parten de la localidad de Crocifisso, debajo de Pra del Conz, a 1200 metros de altitud. Andrea corrió por el camino del bosque, pero de repente tomó dos curvas, por la escarpa.
“Las huellas de sangre y maleza revuelta continúan durante 150 metros, en una zona intransitable por el apiñamiento de ramas, hasta el tronco donde lo encontramos”, agregaron los miembros del equipo de rescate.
“Hemos tenido ataques a los animales de las granjas durante el último mes, incluyendo una oveja mutilada a las afueras del pueblo de Caldes el 19 de marzo”, explicaron algunos vecinos a la agencia de noticias italiana ANSA. “Hubo varios ataques en la zona. Simplemente no queríamos esperar a que una persona muriera”, señalaron sobre sus advertencias.
La autopsia
La autopsia del corredor permitió la sustracción del ADN del oso para proceder a su identificación. Luego del revuelo que tomó el caso, el ministro de Medio Ambiente, Gilberto Pichetto Fratin, y el viceprimer ministro, Matteo Salvini, fueron informados de que el animal será sacrificado en una controversial medida que fue apoyada por la población local, que exigió que se lleven a cabo medidas de prevención de forma urgente.
La decisión comentada a las autoridades nacionales encontró muchas críticas en los movimientos que protegen los derechos de los animales, ya que el oso es una especie estrictamente protegida. “La salud animal y la seguridad de las personas son ahora un problema que hay que gestionar con decisión”, remarcó Angeli.
Este es el octavo ataque de un oso a humanos en 24 años dentro de una de las regiones que conforman al territorio europeo, pero nunca había fallecido una persona por este motivo en Italia. También es el cuarto ataque mortal dentro del continente en las últimas décadas. Los otros antecedentes habían sucedido en Suecia, Rumania y Turquía por duplicado.
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