Andrés Parra, uno de los actores más conocidos y respetados de Colombia, tuvo una vida muy compleja en su infancia.
Con sobrepeso, sufrió de bullying y complicaciones por vivir con muchos kilos de más. Con 10 años viajó con sus padres a Estados Unidos y allí, debido a las costumbres del país del norte, la comida chatarra en exceso fue su peor enemigo.
Las hamburguesas, los hot dogs, las salsas en las pastas o el helado, por citar casos, llevaron a vivir con trastornos alimenticios y a sufrir obesidad.
Reconocido mundialmente por protagonizar la serie El Patrón del Mal, que retrata la vida de Pablo Emilio Escobar Gaviria (el zar de la droga), decidió incursionar en el teatro para eludir las bromas pesadas que le jugaban sus compañeros por su figura.
Así fue como encontró una forma de “olvidarse del bullying”.
Al ser contratado para actuar en la mencionada serie, debió “perder 30 kilos”, según le recomendaron, dado que pretendían un actor que fuera “un poco menos gordo”.
Con 120 kilos de peso, Andrés comenzó a hacer dieta y perdió 16 kilos en tres meses.
A pesar de ello, al finalizar el rodaje, nuevamente subió de peso y generó complicaciones para su salud.
En ese momento entendió que debía dar un vuelco a su vida y, a partir de subirse a la bicicleta, cambió sus formas de comer y empezó a entrenar.
“Me salvó la vida”, recuerda en relación a una actividad que lo ayudó a perder 40 kilos.
Al ver sus redes sociales, se puede apreciar a Andrés Parra totalmente renovado, amante y apasionado por el ciclismo, dando excelentes muestras de que optó por una nueva vida.
Y así como en algún momento se lo vio detrás de un plato de comida, hoy su amor por el ciclismo lo exhibe con una figura renovada y sumando kilómetros en su rodado.
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