Álvaro Mejía Flórez, el único sudamericano ganador de los 42k de Boston

El colombiano ganó la maratón en 1971, en un final reñido. Falleció hace poco a los 80 años en Bogotá, pero su logro dejó la huella en el atletismo del continente.

30 de enero de 2021

Es imposible que el nombre de Álvaro Mejía Flórez pase desapercibido para el atletismo del continente. Es que es el único deportista sudamericano en ganar la Maratón de Boston.

Su victoria, como también su destacada trayectoria deportiva, es recordada por todos.

Foto El EspectadorEl recuerdo del hito

Mejía Flórez hizo historia un 19 de abril de 1971 en la ciudad de Boston. Allí, 877 runners se atrevieron a encarar el maratón en un mediodía cálido.

Encima, soplaba un fuerte viento que iba en contra del circuito, por lo que los corredores se encontraron con un adversario más.

Utilizando el dorsal 49, Mejía completó los 42.195 metros con sus pies llenos de ampollas.

Además, a mitad de carrera se le pasó por la cabeza abandonar por el intenso dolor, pero su amor propio y entusiasmo fueron sus aliados.

Así fue como en un final cerrado superó al gran candidato, el irlandés Pat McMahon, que venía de ser cuarto en la competencia de la edición de 1970.

En una prueba que se definió en los últimos 200 metros, el colombiano cruzó la meta en 2 horas, 18 minutos y 45 segundos.

Fueron cinco los segundos que lo separaron de su escolta, convirtiéndolo en el primer (y único) sudamericano en ganar la carrera, y segundo latinoamericano en quedarse con la victoria, después de Mateo Flores (Guatemala), ganador en 1952.

El libro “La fabulosa historia del atletismo colombiano” cuenta con sus palabras la épica definición: “En los últimos 12 kilómetros, en la subida llamada Rompecorazones, mi plan era atacar. Yo subía bastante bien, nadie me ganaba en subida. Pero como era primavera el sol pega muy duro y en los primeros dos kilómetros sentí como si estuviera corriendo encima de cinc caliente y 40 kilómetros más así no aguantaba. Entonces, vi a alguien echando agua a las matas y dejó como un charquito de agua, paré y por entre las medias me eché agua (…). Al final, cuando tenía pensado atacar en la subida, estaba con el favorito (Pat McMahon) y traté de hacer mi movimiento, pero mis piernas no funcionaron y seguí codo a codo con él, y en la recta final de 800 metros instintivamente ataqué, le saqué ventaja y logré ganarle por cinco segundos”.

Aquel 1971, Mejía Flórez ganó la medalla de bronce en los 10.000 metros de los Juegos Panamericanos de Cali y llegó en el cuarto lugar en el maratón, ambas pruebas ganadas por Frank Shorter, que al año siguiente fue campeón olímpico en maratón.

Gran y extensa trayectoria

Su desempeño como atleta tiene un sinfín de logros.

El primer gran triunfo que lo catapultó a la fama fue en los 1.500 metros de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en 1962.

Un año más tarde fue campeón sudamericano también en los 1.500 metros.

Además, también logró el primer récord en el área lo logró en 1964, en España, cuando estaba preparando los Juegos Olímpicos de Tokio en los 5.000 metros, con un crono de 13 minutos 53 segundos cuatro décimas.

Mejía Flórez alcanzó el tricampeonato bolivarianos en las distancias de los 1.500, 5.000 y 10.000 metros en Quito en 1965 y en los Centroamericanos un año después.

En Medellín (1966) registró en con 8 minutos 12 segundos en los 3.000 metros, mientras que ese mismo año, en Bucaramanga, corrió los 10.000 metros con 29 minutos 10 segundos 4 décimas.

Ese mismo año se impuso en la Carrera de San Silvestre en Brasil.

En los Juegos Olímpicos de México 1968 todo el mundo lo daba como candidato, pero debido a una intensa preparación, quedó exhausto antes de competir.

Mejía quedó décimo en la final de los 10.000 metros (30:10.6). En la Maratón de los Juegos de Munich, cuatro años más tarde, culminó 48 en la maratón (2h31:56).

El final

Falleció a los 80 años, un 12 de enero de 2021. Álvaro le dio lucha a un cáncer de próstata que lo tuvo a maltraer los últimos años, aunque resistió con gran personalidad.

Nacido en la ciudad de Medellín un 15 de mayo, su final lo encontró en el barrio La Soledad, en Bogotá.

Hasta hace dos años, el atleta salía a correr 10 kilómetros, pero sus piernas no resistieron más, por lo que debió conformarse con caminatas alrededor de su residencia.

Tiempo atrás y en diálogo con El Espectador, bromeó: “Me da risa, cuando salgo a trotar me pasan señoras embarazadas y hasta niños de cuatro años. Y pensar que fui el ganador de la Maratón de Boston 1971″.

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