Bajó más de 100 kilos con ejercicio y dieta
Un analista de datos llevaba una vida sedentaria y con mala alimentación, hasta que un día decidió cambiar su rutina.
La obesidad no fue siempre parte de la vida de Sean Dooley, un analista de datos que tiene casi 40 años.
Anteriormente, alternaba partidos de fútbol y de rugby, pero a raíz de la demanda de trabajo que tenía, fue dejando de lado esos ratos libres y al deporte, para enfocarse en una rutina sedentaria, con largas jornadas delante de una computadora.
Además, la mala alimentación fue un complemento letal para su físico. Pizzas, hamburguesas y muchos pedidos de comida rápida eran parte de su día, por lo que su peso comenzó a subir, hasta llegar a tener 193 kilos.
Lo cierto es que Sean, un analista de datos y consultor de marketing que reside en Cincinnati, Ohio, Estados Unidos, vio como su cuerpo cambió y ya no tenía la misma calidad de vida. No podía caminar al mismo ritmo, y menos subir escaleras con facilidad. Ni hablar de agacharse o cortarse las uñas de los dedos de los pies.
Pero todo empeoró cuando su pequeña hija lloró porque no se podía tirar al suelo para jugar con ella, o cuando le negaron poder disfrutar de un juego en Disney por su peso.
Allí fue cuando decidió poner un freno a su situación y a cambiar.
Punto de quiebre
El tiempo libre era poco y no encontraba muchas variantes para poder corregir su situación y volver a lucir muchos menos kilos, hasta que pidió consejos a un entrenador.
Empezó por tener una dieta keto, compuesta principalmente por carbohidratos.
Pero además, buscó una actividad de bajo impacto, a causa de un fuerte dolor en una de sus rodillas, generado por el sobrepeso.
Así fue como empezó a hacer remo en una máquina. Los primeros días eran entrenamientos de no más de 20 o 30 minutos, y con baja intensidad. No era gran cosa, pero significaría el primer paso.
De a poco comenzó a perder kilos y eso lo entusiasmó. Todos los días encaraba un reto mayor y la motivación creía.
El verse mucho mejor delante del espejo era lo que lo llevaba a soñar con recuperar la figura de años anteriores.
Hoy, su cuerpo tiene 88 kilos, producto de entrenar seis veces a la semana, con ejercicio, una rutina de running (principalmente para entrar en calor antes de ir al gimnasio de musculación), ciclismo, y también días de natación.
Muchas veces, también suma clases de HIIT, resistencia, fuerza e incluso yoga.
“Si tengo tiempo, incorporo el yoga a mi rutina, al menos durante cuatro días a la semana, realmente me hace muy bien”, cuenta Sean.
Hoy, su dieta se basa en pocas proteínas, nada de azúcar, es vital evitar los carbohidratos procesados.
Finalmente, reflexiona: “Lo más complejo es empezar, pero cuando comienzas a ver resultados y notas como tu cuerpo cambia, te motivas para seguir”.
Lo cierto es que con entrenamiento constante y una dieta, logró perder 105 kilos y hoy su vida es completamente diferente.
NdeR: Desde Más Aire recomendamos antes de iniciar y realizar cualquier tipo de entrenamiento siguiendo instrucciones de redes sociales, consultar a un entrenador y hacerse chequeos médicos.