Colombia, un semillero de ciclistas de élite

El país que sorprendió al mundo y se transformó en una cuna de talentosos ciclistas.

5 de febrero de 2021

Colombia es una verdadera potencia deportiva dentro del ciclismo de ruta. Cuando en el año 1983 un grupo de ciclistas aficionados del equipo Pilas Varta llegó a competir en el Tour de Francia, la carrera más importante del mundo, los europeos miraron con curiosidad a esos pedalistas de menor estatura que escalaban sin problemas las montañas.

Un año después llegó la primera etapa ganada en el mítico Alpe D’Huez por Luis Herrera, y en 1988 Fabio Parra consiguió subirse al tercer lugar del podio. Herrera también se consagró en la Vuelta a España de 1987.

Y, de allí en adelante, siempre hubo participaciones de numerosos ciclistas en el circuito profesional de la Unión Ciclista Internacional (UCI).

Nairo Quintana, por ejemplo, ha marcado una época. Se subió al podio del Tour de Francia en 2013 y 2016, ganó el Giro de Italia 2014 y la Vuelta a España 2016.

Y con él hay una camada de grandes pedalistas que han surgido, como Rigoberto Urán, Miguel Angel “Supermán” López, Egan Bernal y Fernando Gaviria, entre otros.

En el país hay aficionados que coleccionan objetos firmados por sus ciclistas favoritos, se tatúan en la piel imágenes de ellos y los siguen con banderas, pancartas y uniformes.

“Somos felices porque tenemos muy buenos representantes”, dice Juan Guillermo Mazo, un hombre de Medellín conocido como “El Chamo” por sus orígenes venezolanos, que lleva varios años siguiendo el ciclismo colombiano y busca estar siempre cerca de la meta para ver de cerca a “nuestros muchachos”.

Aunque el fútbol sigue dominando de forma abrumadora la cultura deportiva de Colombia, como en la mayoría de los países latinoamericanos, el ciclismo no se queda atrás y cada vez llama más la atención de personas de todas las edades.

Fabio Parra marcó el camino en el Tour de Francia

Fabio Enrique Parra Pinto, nacido en Boyacá, forma parte de la generación de la década de 1980 que se destacó en las grandes vueltas europeas.

Por su buen rendimiento en todos los terrenos, fue uno de los ciclistas colombianos que mejor se adaptó a la forma de correr en carreteras europeas. Además de ser un buen escalador, se desempeñaba bien en el terreno llano y en las pruebas contrarreloj.

En el Tour de Francia, se subió al podio con un destacado tercer lugar en la edición del 1988, siendo el primer y único latinoamericano en conseguir llegar tan alto en la historia hasta 2013, cuando Nairo Quintana logró también estar en el podio.

También medallas olímpicas

Pero la historia del ciclismo colombiano no sólo tiene destacadas actuaciones en competencias de gran escala, sino también en citas olímpicas.

Un ejemplo de ello se reflejó en 2012, cuando en los Juegos Olímpicos de Londres, Rigoberto Urán se subió al podio en la prueba de ciclismo de ruta.

El 28 de julio el ciclista oriundo de Antioquía obtuvo medalla de plata al protagonizar una escapada en los últimos kilómetros del circuito junto con el kazajo Alexander Vinokurov, una hazaña histórica para el país.

Colombia y el orgullo por Urán.
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