Conocé los beneficios de la proteína del huevo

Presente en la clara del huevo es una de las más completas ya que contiene todos los aminoácidos esenciales. Se recomienda comerla cocida, o pasteurizada. 

Muchos se preguntan cuál es la mejor manera de asimilar la proteína de huevo. Es decir, si incorporarla cruda o cocinada. Pero antes de responder esa pregunta es necesario saber algunas nociones básicas. En primer lugar, qué es lo que nos aporta. La proteína que obtenemos está en la clara del huevo, y es una de las más completas ya que contiene todos los aminoácidos esenciales que necesitamos y un alto valor de absorción, característica clave para el desarrollo y recuperación muscular.                                          Alrededor del 11% de la clara de huevo son proteínas, frente a un 0,7% de hidratos y un 88% de contenido en agua. Y para poder asimilarla al 100%, y acá está la respuesta a la duda de muchos, es necesario que esté desnaturalizada. Entonces la clave no radica en que no se asimila si está cruda, sino en que no se asimila si no está desnaturalizada. De no estarlo, nuestro sistema digestivo no es capaz de romper la estructura de larga cadena de aminoácidos que contienen algunas de sus proteínas.                                                                                        ¿A qué se denomina exactamente desnaturizarla? Consiste básicamente en un cambio de estado y de color de la clara de huevo, que se puede apreciar a simple vista, y que la podemos conseguir de dos modos. Uno de ellos es a través del batido, lo que hace que la podamos digerir de manera más sencilla. Aunque, claro, seguiría estando cruda y por lo tanto no evitaríamos los posibles problemas de salmonella. De ahí que sea más recomendable, en estos casos, el uso de claras pasteurizadas.                                                                                            La otra posibilidad es hacerlo a través del calor, que es la mejor opción ya que así se elimina el riesgo de posibles bacterias presentes en la clara cruda. Por este motivo, por ejemplo, una buena costumbre que nos aporta proteínas es comer huevos cocidos.               Por lo tanto, romper un huevo, echarlo directamente a un recipiente con más ingredientes y tomarlo tal cual, no sólo hace que sea más difícil de tomar sino que así no vamos a conseguir una buena asimilación por parte de nuestro sistema digestivo. Y, como dijimos, esto no es porque esté cruda sino porque no está desnaturalizada.