Correr después de los 40: la calidad importa más
Correr es un hábito que podemos disfrutar toda la vida, pero el paso de los años tiene ciertos aspectos que tenemos que tener en cuenta para poder alargar la vida deportiva.
Correr es un hábito que podemos disfrutar toda la vida, pero el paso de los años tiene ciertos aspectos que tenemos que tener en cuenta para poder alargar la vida deportiva y, al mismo tiempo, evitar lesionarnos. Para ello, hay cuatro aspectos fundamentales que hay que tener en cuenta para disfrutar del running a pleno en esta etapa.
Cuando ya pasamos los 40 sabemos que en casi todos los aspectos importantes de la vida es mejor la calidad que la cantidad. Y en el running ocurre lo mismo. Es por eso que debemos dosificar, para poder disfrutar de lo que nos gusta pero también evitar que nuestro cuerpo sufra más de lo necesario.
No es bueno correr todos los días
Una carrera cada domingo puede ser demasiado: sí, aunque nos tomemos la carrera como un supuesto entrenamiento, la motivación propia de una competencia siempre hace que nos exijamos un poquito más. Así que lo mejor es priorizar las carreras que más nos gusta, ya sea por recorrido o distancia.
Es por eso que el incorporar entrenamientos cruzados suele ser muy positivo. La natación, el ciclismo o ejercicios tales como la actividad en el elíptico suelen tener aspectos beneficiosos, ya sea para evitar caer en la rutina, como también para no descuidar la preparación física.
A veces, menos es más: tampoco se trata de salir a correr todos los días. El mejor entrenamiento es dejar que nuestro cuerpo asimile el esfuerzo realizado a través del merecido descanso. Escoge tus entrenamientos de una forma adecuada y variada para no caer en el aburrimiento, además de mezclarlos con trabajos aeróbicos que no requieran impacto, como por ejemplo la natación o el ciclismo.
Usar las zapatillas adecuadas: cada corredor necesita un tipo de zapatilla. Y también se debe tomar en cuenta el terreno en el que vamos a correr. No se trata de tener muchos pares, sino de invertir en modelos adecuados a nuestras características y a los entrenamientos que vamos a realizar.
La alimentación: a esta edad, más que nunca, hay que prestar atención a la manera en la que nos alimentamos. Lo ideal es consultar a un nutricionista, para incorporar las proporciones necesarias y llevar una dieta equilibrada.
Entrenamientos sin impacto
El poder realizar un entrenamiento sin impacto es muy beneficioso, y si se hace sobre un elíptico, trae muy buenos resultados.
A la hora de hablar de una superficie para correr, también hay una alternativa sin impacto, el elíptico. Cuando corremos nunca tenemos los dos pies sobre el suelo (cuando uno toca el suelo, el otro está en el aire), lo que provoca que nuestro cuerpo utilice toda nuestra musculatura y demás estructuras para mantener el equilibrio y soportar los impactos que se generan.
Esto, sumado a posibles errores en la forma de entrenar y/o correr, puede elevar el riesgo de lesiones. Por eso incorporar actividades físicas que no producen impacto, como el elíptico, es una excelente forma de trabajar el sistema aeróbico eliminando los impactos.
Además, los Los estudios demuestran que, comparando el consumo de oxígeno, el gasto de energía y la frecuencia cardíaca en una cinta y en un elíptico, los valores son casi iguales.
En la mayoría de las veces no tenemos opción, y entrenamos donde nos presenta el lugar. Concretamente, la superficie para correr, por lo general no se la elije, sino que no tenemos alternativas. Pero el tener referencia del tipo de suelo, nos permite tomar ciertos recaudos. Más para los que recién comienzan.
NdeR: En Más Aire te recomendamos, antes de empezar a correr, realizarte un chequeo médico y, posteriormente, lo mejor es coordinar tus entrenamientos con un coach que te pueda orientar de acuerdo a tus posibilidades y objetivos.
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