Correr junto a tu perro, un gran plan

Diferentes historias de cómo se unen los runners con sus mascotas, logrando sincronizar los movimientos y conformar un binomio perfecto.

30 de diciembre de 2020

El salir a correr acompañado por tu perro es un hecho que suele cambiarte el día. No es lo mismo que salir sólo, pero se disfruta por partida doble, y al final del entrenamiento, la sonrisa es compartida.

Así lo expresan todos los que suelen al canicross, una actividad que deriva del “mushing”, la tradicional carrera de trineos que se ve en los hemisferios, en las que los perros sanbernardos suelen tirar a los transportes a gran velocidad.

En la Argentina hay diferentes grupos de entrenamiento, en la que se educa y enseña al perro a compartir la carrera con los humanos.

Andrés Iozzolino – @dejandohuellitasfotografia

Desde Córdoba, y con varias sedes en diferentes puntos, Diego Sánchez está a cargo del CanRun Canicross, y opina sobre los aspectos básicos: “Hay que comprender sobre la educación canina porque es fundamental. En estos tiempos se avanzó en el entendimiento del costado emocional y hoy se puede tener mayor claridad, lo que permite enseñar mejor y con una mayor llegada”.

Al mismo tiempo, argumenta en diálogo con Más Aire: “Es una combinación de conocimientos que parte por congeniar el entrenamiento del ser humano con el del perro. Esto se puede dar también gracias a la mirada de veterinarios que aporten su experiencia”.

Otro experto en el tema es Baltazar Nuozzi, más conocido como Balta.

Este runner también es veterinario y mentor del Canicross Buenos Aires, una escuela canina de sociabilización y reeducación deportiva, que se desarrolla en el Vial Costero y Arenales, en Vicente López.

Integrante del Seleccionado en el último Mundial en Suecia, Balta trabaja en lograr sincronizar los movimientos entre el humano y el perro, con la intención de conformar un binomio.

“El método con el que trabajamos se enfoca en un entrenamiento cognitivo emocional de los perros, llevando a que el perro entienda y piense en el principio de individualidad, progresión y distribución de cargas”, cuenta.

A su vez, explica sobre el trabajo realizado: “Nos basamos en ofrecer estímulos físicos al binomio pero siempre abordados desde la motivación emocional del perro, para que el dueño aprenda su lenguaje, motivaciones individuales, miedos o lo que lo haga feliz”.

Uno de sus alumnos, el atleta Willy Quiros, también se enfoca en la dedicación que se le debe dar al perro, tanto en el entrenamiento como en la vida diaria: “Cuando adoptás a un perro debés ser responsable y darle tiempo y calidad al vínculo. Pero además, compartir actividades y conectarse como uno lo hace con un hijo. Es fundamental todo eso. Y se puede apreciar cuando volvés a casa: se lo nota feliz”.

Willy Quiros y Mar Balinotti acompañan a su perro Rafa en Vicente López.

Finalmente, Gabriel Pelaez es uno de los argentinos que buscan su pase a la próxima Copa del Mundo, que será en Canadá.

Con su can bautizado Chocolate, confiesa: “El compartir este momento es mágico y me cambió la vida, no me veo haciendo otro deporte que no sea canicross”.

Ph: Constanza Vasquez (@cotivasquez)

 

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