El Covid-19 puede causar daños al corazón incluso en los deportistas asintomáticos

Una nueva investigación demostró que incluso los atletas que cursaron la enfermedad como asintomáticos tienen riesgo de desarrollar una inflamación potencialmente peligrosa alrededor del corazón.

27 de noviembre de 2020

El Covid-19 sigue siendo una enfermedad de la que todavía mucho se desconoce. Aunque algunas cosas van quedando claras. Por ejemplo, una nueva investigación demostró que incluso los jóvenes deportistas que cursaron la enfermedad como asintomáticos tienen riesgo de desarrollar una inflamación potencialmente peligrosa alrededor del corazón.

En un estudio publicado el 4 de noviembre, y luego de exámenes cardíacos realizados en la Universidad de West Virginia, se encontraron anomalías cardíacas en más de un tercio de los estudiantes atletas que dieron positivo por coronavirus.

Si bien es cierto que no se evidenciaron daños continuos en el músculo cardíaco, sí se pudo hallar evidencia de inflamación y exceso de líquido en el pericardio, el saco que rodea el corazón.

Casi todos los 54 estudiantes evaluados, quienes además eran atletas, tenían síntomas leve o eran asintomáticos.

La mayor preocupación, y que todavía no está claro, es si el virus puede penetrar en el músculo cardíaco y desencadenar miocarditis, una inflamación poco común del músculo cardíaco que puede ser causada por infecciones virales. La miocarditis puede alterar la capacidad del corazón para bombear sangre y provocar arritmias. Y también puede causar insuficiencia cardíaca repentina en atletas que parecían sanos.

Por el momento, un pequeño número de atletas universitarios con Covid-19 han sido diagnosticados con miocarditis. En un estudio, los médicos de la Universidad Estatal de Ohio evaluaron a 26 atletas universitarios en septiembre y encontraron signos de inflamación cardíaca compatibles con miocarditis en cuatro.

Sin embargo, la miocarditis no es el único problema cardíaco del que preocuparse: los médicos deportivos han advertido durante años que los atletas que desarrollan pericarditis no deben volver a jugar hasta que se resuelva.

Y precisamente si bien no se encontraron signos convincentes de miocarditis en curso, en los estudios sí se vio mucha evidencia de pericarditis: entre los estudiantes evaluados, el 40 por ciento tenía realce pericárdico, lo que sugiere que se resolvió la inflamación en el saco que protege el corazón, y el 58 por ciento tuvo derrame pericárdico, lo que significa que se había acumulado un exceso de líquido.

Por lo general, este tipo de inflamación se cura en unas pocas semanas sin efectos residuales. Sin embargo, en algunos casos, puede haber efectos a largo plazo, como la recurrencia de la inflamación pericárdica.

Puede provocar cicatrización del saco pericárdico, que en casos raros puede ser grave, y el pericardio puede contraerse alrededor del corazón. Esto puede provocar síntomas similares a la insuficiencia cardíaca y causar congestión en los pulmones y el hígado. Es difícil predecir si un paciente desarrollará alguna de estas raras complicaciones a largo plazo.

Tomando en cuenta estos resultados, lo más recomendable es antes de volver a la práctica deportiva se consulte con un médico que determine individualmente si los riesgos son lo suficientemente altos y, en ese caso, qué pruebas realizar. Además, si se sufre miocarditis activa se debe hacer reposo de tres a seis meses, con exámenes de seguimiento con un cardiólogo.

El ejercicio puede empeorar la progresión de la enfermedad y crear arritmias o latidos cardíacos irregulares. Después de ese periodo, se puede reanudar gradualmente el ejercicio si no hay inflamación o arritmia persistente.

De igual manera, si se registran características activas de pericarditis se recomienda restringir el ejercicio, ya que puede exacerbar la inflamación o hacer que reaparezca. Los atletas deben evitar los deportes competitivos durante la fase aguda, hasta que las pruebas no muestren inflamación o exceso de líquido.

 

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