En cuarentena, un hombre baja 90 kilos haciendo ejercicio en su living
En medio de la pandemia y pesando 160 kilos, decidió ponerse a caminar dentro de su casa y a hacer ejercicio, con resultados que asombraron a todos.
Hay quienes realmente aprovecharon la cuarentena para entrenar y mejorar su físico. Un caso ejemplar fue James Irvine, de 62 años. Con residencia en Glasgow, dejó de lado su vida sedentaria a pesar de la cuarentena obligatoria y empezó a caminar y a hacer ejercicio en el living de su casa.
Con 160 kilos de peso y 62 años, empezó a entrenar motivado por una mejor calidad de vida y, al mismo tiempo, para evitar correr riesgos de salud por su obesidad.
De hecho, los médicos le habían advertido que si no cambiaba su vida (y en especial, su plan alimenticio), podría quedarse ciego.
Fue por eso que se había anotado en un plan de pérdida de peso, aunque en un principio, al estar en cuarentena, debió pensar cómo podía seguir con el entrenamiento a pesar de las restricciones. Así fue como pensó en “explorar el mundo” sin salir de su casa.
En su “nueva vida” antes de la pandemia, Irvine salía de su casa con botellas de agua y caminaba varias horas. Llegó a hacerlo durante 14 millas, de acuerdo al GPS de su teléfono celular.
“Salía con unas cuantas botellas de agua y caminaba hasta 14 millas por día, lo que me llevó unas cuatro horas. Incluso, para junio, cuando llegó el calor, me compré mi primer par de pantalones cortos”, recuerda.
En medio del encierro, lejos de deprimirse, empezó a poner en la TV documentales de diferentes lugares. De esa manera, recorrió varios países de Europa, conociendo en detalle el Coliseo Romano, o la Plaza Roja.
“La época navideña en Moscú fue tan especial. Había luces parpadeantes y decoraciones por todas partes”, agregó.
Lejos de abandonar el programa, lo sigue al pie de la letra, aunque de manera virtual. “Todos están asombrados de mis progresos y me alientan cada día”, detalla.
Dentro del cambio de vida, la alimentación fue clave. Su desayuno hoy en día es ser yogur sin grasas, acompañado de dos tostadas de pan integral.
En cuanto al almuerzo, está compuesto por una sopa casera y mucha fruta, mientras que su cena favorita es pollo con papas al vapor y verduras.
“Estoy más en forma, más saludable, me veo y me siento más joven; mi médico dice que ahora tengo mejores niveles de azúcar en sangre que los suyos”, dijo felizmente.
Aparte, tiene como objetivo viajar en avión a Tokio para hacer allí el recorrido a pie de verdad, tras disfrutar las imágenes en la TV. “Ese era mi favorito en mis caminatas virtuales’’, respondió con una sonrisa.