K42 renueva los circuitos, con las mejores vistas de Villa La Angostura
Año tras año, el K42 ha buscado innovar para seguir brindándole a los runners un motivo para volver, y así se ha dado en cada edición.
Año tras año, el K42 ha buscado innovar para seguir brindándole a los runners un motivo para volver, y así se ha dado en cada edición.
Es que la prueba que se realiza todos los años en Villa La Angostura siempre tiene un as en la manga para dar que hablar.
Desde ser la competencia que tuvo al rey del trail running, Kilian Jornet ganando en una edición, hasta impulsar el deporte y el turismo en el peor momento de la Villa, cuando el volcán Puyehue tiñó de gris toda la región con sus cenizas y volvió el lugar prácticamente inhabitable.
Este año, como en 2017, volverá a ser la sede del Campeonato Sudamericano, además de recordar el año que fue el escenario de la cita mundialista y convocó a los mejores en la distancia short y en la classic.
Los cambios para esta temporada en el evento
El evento se desarrollará entre el 8 y 10 de noviembre en Villa La Angostura, convocando a los mejores corredores de todo el continente, además de miles de runners amateurs que buscarán disfrutar de una prueba única.
Lo cierto es que se anunciaron buenas noticias para los corredores, con el inicio con mayor espacio para correr, evitando aglomeraciones y permitiendo que cada runner se mueva con mayor comodidad.
Por un lado, se realizará el K15 el viernes 8 por la tarde, con el cerro Belvedere como eje centro y un ascenso continuo entre el kilómetro 3 y 6, y un desnivel positivo total de 733 metros.
El sábado llega el turno del K42
A su vez, un día más tarde, a partir de las 9 hs, se realizará la prueba central, el tradicional K42, con más de 2200 metros de desnivel positivo acumulado, sumando al Cerro Bayo y la tan odiada subida por el famoso Raizal.
Aparte, ambas competencias tendrán mejores vistas y un tramo mayor de paso por circuitos boscosos, volviendo más llevadera la carrera.
Para aquellos que compitan en duplas, tendrán 1100 metros de desnivel positivo en cada uno de los 21k kilómetros, con la diferencia en que el primer tramo, con el Belvedere, se llega a una altura máxima de 1400 metros y hay más lomadas, mientras que en la segunda parte hay una subida más pronunciada (hasta la cumbre del Bayo), llegando a los 1778 metros, por lo que son marcadas las diferencias entre las carreras que los dos runners deberán hacer.
En cuanto a aquellos que sean parte del Gran K, corriendo tanto el viernes como sábado, serán dos jornadas con un total de 57 kilómetros y más de tres mil metros de desnivel positivo acumulado.
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Impulso a la economía local
El K42, como otras carreras de montaña (y también de calle), genera un importante movimiento turístico durante días que, por lo general, no suelen ser considerados como “temporada alta”.
Durante al menos tres días (en diferentes ocasiones son más), los hospedajes, como también los locales gastronómicos o los diferentes comercios, suelen recibir visitantes de diferentes provincias o países, que asisten antes, o se quedan luego, para disfrutar de la ciudad.
En el caso del K42, por lo general, los corredores no suelen ir solos, sino que se los ve con amigos, familiares o parejas, por lo que a la hora de hablar de visitantes en el lugar, se tiene que pensar en un estimado de 10 mil personas que asisten al lugar sólo por el evento, ya sea de manera directa o indirecta.
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