Los problemas comunes antes de una carrera

Hay muchos inconvenientes que nacen en la previa de una competencia, pero todo tiene solución.

1 de septiembre de 2019

Durante una competencia se pueden sufrir varios inconvenientes. Y algunos, en realidad, son muy habituales. Pero lo bueno es que todos tienen solución. Sólo hay que saber cómo actuar ante ellos para evitar problemas mayores.

Uñas negras: al correr, las uñas de los pies golpean contra la parte superior de la zapatilla, y eso puede causar microtraumas. En ese caso lo que ocurrirá es que la uña negra se caerá en un tiempo determinado y después volverá a crecer. Mientras se espera a que se produzca ese momento hay que buscar un buen par de zapatillas, un poco más grandes, para evitar el roce en los dedos de los pies.                                                           
Las dolorosas ampollas: la fricción, cuando es lo suficiente continúa y con una fuerza significativa, puede dividir las células de la piel, las cuales contienen líquido. Es por eso que este se derrama, llenando las ampollas de líquido. En este caso lo mejor es no hacer nada, aunque si se quiere se las pueden abrir para aliviar el dolor. Eso sí: siempre utilizando una aguja estéril y pinchando la ampolla varias veces. Luego se deja que drene, pero sin quitar la piel de la parte superior. Y en el caso de estar a mitad de una carrera y no tener una aguja estéril, se la puede reventar pero luego, en la estación de ayuda más cercana, tomar un antibiótico para curarla y una curita para cubrirla y evitar el dolor.

Picazón en la entrepierna: es habitual que en la zona de la ingle o los genitales se produzca una infección superficial. Esas áreas están húmedas, y cuando pasamos mucho tiempo con ropa deportiva transpirada se crea el hábitat perfecto para que los hongos que viven en la piel se reproduzcan. Para evitar esto hay que sacarse la ropa transpirada de inmediato, y nunca correr con ropa interior de algodón, que lo que hace es absorber el sudor y mantenerlo durante mucho tiempo si llega a secarse.

Irritaciones en la piel: al correr la ropa se frota contra la piel, y su capa más externa empieza a sufrir. Incluso, de continuar ese roce puede empezar a sangrar, lo que trae el riesgo de sufrir una infección. Por eso se recomienda aplicar lubricante antes de empezar la carrera y con frecuencia, para así disminuir el roce.

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