Mary, la abuela más fuerte del mundo
“Tengo 70 años, pero estoy más en forma que nunca. Me veo y me siento mejor ahora que cuando tenía 40 años”, contó una divertida señora estadounidense que se volvió viral en Instagram en los últimos días. Su nombre es Mary Duffy y se convirtió en pocas horas en “la abuela más fuerte del mundo”, como fue apodada incluso por varios de sus nuevos seguidores, quienes llegaron a su cuenta con mensajes muy positivos.
“Tengo 70 años, pero estoy más en forma que nunca. Me veo y me siento mejor ahora que cuando tenía 40 años”, contó una divertida señora estadounidense que se volvió viral en Instagram en los últimos días. Su nombre es Mary Duffy y se convirtió en pocas horas en “la abuela más fuerte del mundo”, como fue apodada incluso por varios de sus nuevos seguidores, quienes llegaron a su cuenta con mensajes muy positivos.
La deportista cumplió recientemente sus primeros 70 años, vive en Connecticut, pasa más de 20 horas a la semana entrenando en un gimnasio y posee diversos récords mundiales en levantamiento de pesas.
Sus comienzos en la actividad son bastante tardíos: datan de cuando tenía 56 años y sintió necesidad de bajar de peso. A los pocos meses, había bajado 20 kilos. Sólo ocho años después, con 64, ya estaba compitiendo en su primer torneo y al poco tiempo batió el récord mundial de peso muerto con 114 kilos.
“Tengo 70 años pero estoy más en forma que nunca. Me veo y me siento mejor ahora que cuando tenía 40 años. Hay gente que me dice que soy demasiado mayor para esto, pero mi lema es ‘no puedes hacer retroceder el reloj, pero puedes darle cuerda’”, contó Mary en una entrevista periodística.
Y recordó sus inicios: “Me golpeó cuando me miré en el espejo y pensé que esa no era yo. Perdí peso rápidamente y me di cuenta de que cuanto más entrenaba, más lo disfrutaba, y así ha sido desde entonces”.
En la actualidad posee varias marcas mundiales, entre las que se destacan el de pesas en el banco con 60 kilos y el de cuclillas de 80. Convencida, sabe que va por más. “No quiero parecerme a la abuela promedio de 70 años, porque definitivamente no me siento como una”, cerró con una sonrisa.
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