¿Neurodopaje? Dispositivo electrónico de entrenamiento despierta grandes polémicas en los Juegos Olímpicos 2016
En EE.UU triunfa un método que estimula las neuronas con descargas eléctricas para mejor el rendimiento. Todavía sigue recibiendo críticas por la posible cuota de riesgo sobre el ser humano. ¿Se instalará en el mundo deportivo una nueva forma de llegar al límite del rendimiento o estamos en presencia de un nuevo método de dopaje?
En EE.UU triunfa un método que estimula las neuronas con descargas eléctricas para mejor el rendimiento. Todavía sigue recibiendo críticas por la posible cuota de riesgo sobre el ser humano. ¿Se instalará en el mundo deportivo una nueva forma de llegar al límite del rendimiento o estamos en presencia de un nuevo método de dopaje?
Hace tiempo que los deportistas entrenan con cascos, escuchan música. Pero, a veces, las apariencias engañan. Michael Johnson, oro olímpico en los Juegos Olímpicos de Barcelona, Atlanta y Sydney y plusmarquista mundial de los 400 metros, tiene la respuesta.
El atleta estadounidense fundó MJ Performance, un centro de preparación de Texas, donde los deportistas se entrenan con unos auriculares muy especiales: Halo Sport.
El centro de Johnson es partner de Halo Neuro, compañía radicada en California que comercializa Halo Sport.
Sus cascos sirven para mejorar artificialmente el rendimiento deportivo. Una práctica próxima a los métodos prohibidos por las normas antidopaje, pero hasta el momento no está catalogado fuera de la legalidad por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).
Esos cascos incorporan unos diodos, que aplican descargas eléctricas sobre la cabeza del deportista mientras entrena y que sirven para estimular su corteza cerebral. Tras una preparación debidamente planificada se consigue mejorar el rendimiento.
Sus efectos ya los han experimentado atletas universitarios estadounidenses, parte de la base del deporte olímpico. Algunos de los participantes en los Juegos de Río están familiarizados con este sistema.
En Estados Unidos, que participará en los Juegos de Río en 27 deportes (40 disciplinas), con 555 deportistas (récord con la presencia de 292 mujeres), 68 de los cuales ya saben lo que es ser campeón olímpico, el Halo Sport se puede adquirir por 649 dólares. Un precio asequible y con gran tirón entre deportistas universitarios.
Johnson sabe promocionar este producto: «Halo está haciendo algo que nunca se vio antes y quiere revolucionar el mercado deportivo».
Un mensaje que habrá llegado de una manera clara a todos los deportistas de un país que dominó el medallero de los Juegos de Londres con 103 medallas y que la peor de las previsiones les sitúa en Río con 112 preseas. Ventaja auspiciada por el veto a los deportistas rusos por el dopaje sistemático en los Juegos de Invierno de Sochi, sombra que se alarga con las resultados de los test de los últimos Juegos.
La técnica integrada en los cascos, denominada por la neurociencia Estimulación Transcraneal por Corriente Directa (tDCS), ha sido empleada por la US Army para entrenar a sus militares en la mejora de la capacidad de atención para disparar sobre el objetivo. También se ha afinado para perfeccionar determinados aprendizajes motores que el individuo ya tiene asimilados. Saltadores de esquí del equipo nacional de Estados Unidos han conseguido mejorar la fuerza del salto un 31%, suavizando el salto en un 11%.
Pero la tDCS tiene más aplicaciones, como prolongar el esfuerzo físico, inhibiendo la señal de fatiga que los músculos envían al cerebro. Una emulación que antes se conseguía con pastillas de fentanilo, opiáceo 100 veces más potente que la morfina.
Riesgos
La tDCS tiene riesgos importantes para la salud del individuo, según afirma Gonzalo Márquez Sánchez, profesor de la Facultad de Deportes de la Universidad Católica de Murcia. Este especialista alerta sobre un exceso de amperaje en una sesión de tDCS: «Por encima de los 2 mA y los 20 minutos de aplicación continua hay riesgo de ictus». Sin embargo en Halo Neuro y MJ Performance lo tienen claro: los deportistas de Estados Unidos que lo han probado aumentan su rendimiento a través de programas específicos de entrenamiento, ya sea en dos semanas (fuerza para atletas) o en cuatro (aumento de fuerza explosiva para saltadores).
Jugadores de la National Football League (NFL), ya han utilizado este método. La oferta de funciones del kit (cascos más aplicación para el iPhone) sigue mejorando. Más sofisticada es la técnica de Estimulación Magnética Transcraneal (TMS), otro sistema de estimulación cerebral no invasiva usado con fines terapéuticos (depresión resistente a fármacos o rehabilitación del ictus).
Sin embargo, el doctor Javier Cudeiro Mazaira, médico y catedrático de Fisiología por la Universidad de La Coruña, advierte de los riesgos de esta técnica: «Debe ser manejada por especialistas exclusivamente formados para su administración, ya que una dosis desproporcionada (en intensidad y frecuencia) puede producir daños en cerebros sanos. Sus usuarios son personas que buscan potenciar habilidades cognitivas (cálculo mental) o la capacidad de atención (como la que requieren los tiradores olímpicos). Daños como la pérdida de memoria, han sido corroborados por sucesivos estudios».
En MJ Performance dicen que entre sus clientes se encuentran el Manchester United y varios equipos de fútbol americano (Patriots, Denver Broncos, Chicago Bears, Baltimore Ravens, Houston Texans y Dallas Cowboys) o de hockey sobre hielo (Dallas Stars).
Sus promotores afirman que el objetivo es «ayudar a cada atleta a alcanzar su pleno potencial atlético, independientemente de su edad, género, limitación, deporte o habilidad natural».
El uso de Halo Sport, que no deja ningún rastro en el cerebro, no se puede detectar con los medios científicos actualmente conocidos. Lo mismo que sucedía con la EPO en el año 2000, que era usada pero no detectada.
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