Rotura del ligamento cruzado anterior: lo que se debe saber
Rotura del ligamento cruzado anterior: Las primeras horas son cruciales para intentar evitar que se puedan dañar más las rodillas.
La rotura del ligamento cruzado anterior es una de las lesiones más temidas por los deportistas, porque lleva mucho tiempo de rehabilitación.
“Se trata de una lesión muy importante para esta articulación y que, hasta hace poco tiempo, tenía un muy mal pronóstico, lo cual ha ido mejorando en las últimas décadas debido a la introducción de técnicas mínimamente invasivas como la reconstrucción artroscópica”, explica la doctora Ana Belén Fernández, especialista en cirugía ortopédica y traumatología y miembro de Top Doctors.
No obstante los avances que describe la especialista, es una lesión muy dura. Pero, paradójicamente, se puede convivir con ella y caminar, subir escaleras e incluso en ocasiones correr sin sufrir un gran dolor. Ese es el principal motivo por el que muchos pacientes no van al médico.
Como explica la doctora, “es habitual que quienes sufren una lesión de este tipo (aislado, es decir, sin sufrir lesión de meniscos ni cartílago articular), tras pasar el momento agudo y desaparecer la inflamación, puedan hacer una vida casi normal. Esto es posible debido a que este ligamento no es importante para caminar, sino para la rotación y la estabilidad de la rodilla”.
El ligamento cruzado anterior se localiza en el interior de la rodilla y constituye, junto con el ligamento cruzado posterior, el pivote central de esta articulación, y es fundamental para su estabilidad y controlar los desplazamientos de la tibia sobre el fémur.
Según explica Fernández, las primeras horas son cruciales para intentar evitar que se puedan dañar más las rodillas: “En las primeras horas tras la lesión traumática del ligamento, se produce inflamación local y dolor. En algunos casos, cuando el derrame articular (líquido dentro de la articulación) es importante puede llegar a producir gran dolor y estaría indicada una punción evacuadora, en cuyo caso objetivamos que el líquido es sangre.
Un hemartros (sangre en la articulación) en este contexto, supone en más de un 80 por ciento el motivo de rotura del ligamento cruzado anterior”.
Si se piensa que se ha sufrido una lesión en algún ligamento cruzado anterior, lo primero que se debe hacer es ir a un médico para conseguir un diagnóstico y empezar a tratarse lo antes posible. Y algo a tener en cuenta es que siempre tiene más importancia la opinión del especialista que el resultado de las pruebas complementarias, como radiografías o resonancia magnética.
“Esto se da especialmente cuando ha transcurrido más de un mes desde el accidente, dado que las pruebas complementarias pueden presentar falsos negativos”, aclara Fernández.
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