Runners, los nuevos odiados por todos
En tiempos de pandemia por coronavirus, los pedidos para salir a correr han sido duramente criticados. ¿Cuál es la solución?
Los amantes del deporte, y en especial del running, se han vuelto en plena pandemia por coronavirus foco de odio, polémicas y debates interminables.
Las ganas de salir a correr por parte de una cantidad importante de personas se transformó en la crítica de muchos otros, por más que estos hagan (o no) deporte.
Pero eso no fue todo. Lo que causó malestar no fue el reclamo hecho en primera instancia, sino la reiteración y mil intentos ante cada uno de los rechazos para autorizar la actividad.
Salir a correr al aire libre, sentir el cambio de ánimo y la sonrisa junto con un rostro agotado tras finalizar una serie de pasadas fueron tachados de nuestra agenda diaria para pasar a estar confinados, en el mejor de los casos, a no más de corridas con una recta de 10 metros.
El runner (por definir a la persona que desea correr, aunque debemos incluir en este grupo a los atletas) está desesperado. Siente que se pierde el estado físico, la capacidad aeróbica, y ve que su calendario de competencias pasa de tener objetivos a días tachados, esperando poder salir, algo que en muchos países no está en los planes inmediatos.
Esto llevó a que su ánimo estuviera alterado (como el de todos), pero al ser un tema que figura en la agenda de los presidentes del mundo entero, el enojo de los que no aceptan ello es por considerarlo “una actividad recreativa”, viendo al que quiere correr como una persona que menosprecia la pandemia y pone en riesgo la salud de miles de personas.
Pero…¿es tan así? Y la respuesta (desde nuestro punto de vista) es que es un error tomarlo de esa manera.
¿Es riesgoso salir a correr? Salir…de por sí, con este panorama tiene sus peligros. Nadie lo duda.
¿Entonces por qué alguien se arriesgaría? En tiempos de crisis y depresión, el running es un aliado para mejorar el humor.
En días en que nos pasamos horas frente a una pantalla de computadora, celular o televisión, hacer una actividad física al aire libre nos permitiría “limpiar la cabeza y relajarnos”.
Por lo que deberíamos cambiar el foco de la cuestión. ¿Cuánto riesgo existe si al salir –y al volver al hogar- cumplimos con todas las normas de seguridad e higiene habidas y por haber? Lo cierto es que la posibilidad de contagio se reduce enormemente.
De hecho, la pregunta de todos los runners es esta: ¿por qué hacer actividad física está mal pero ir al supermercado atestado de personas se puede hacer sin problemas?
Ahora bien…¿seguiríamos al pie de la letra las indicaciones y reglas?
¿por qué hacer actividad física está mal pero ir al supermercado atestado de personas se puede hacer sin problemas?
Runners vs Runners, la grieta
Desde el día 1 este fue un choque tan colosal como los debates entre los runners y no runners. El “¿puedo salir a correr?” chocó contra el “quédate en casa”.
Las denuncias por romper la cuarentena, o los retos a aquellos que no respetaron las reglas al poder salir a trotar causan la mayor de las diferencias.
Es como si las diferencias políticas de ayer se volcaran al running de hoy…y en cierta medida, tiene lógica, dado que ambos son hechos que se viven con pasión y forman parte de nuestra vida.
El tapabocas, otro punto para discutir
Como si fuera poco el problema de (no) poder salir a correr, el uso del tapabocas y su incomodidad se volvió un tema complementario de debate.
Hay quienes expresaron que “con tal de salir” no tienen problemas en usarlo, aunque la gran mayoría expresó su descontento.
De hecho, el infectólogo español Benito Almirante expresó que podría generar problemas para respirar.
“Salir con una mascarilla significa que una parte del aire que respiras es carbono, porque es lo que tú exhalas hacia el exterior. Por lo tanto, la gente que está haciendo deporte y que por tanto está respirando de una forma muy intensa, debe tener siempre aire limpio que le entre en los pulmones, porque si no puede tener problemas de salud muy importantes”, sostuvo en una entrevista reciente.
Los parques fueron reemplazados por bicicletas fijas, elementos de gimnasio, o en el mejor de los casos, por cintas.
Así como antes el debate pasaba por la fidelidad de un reloj con GPS que midiera el tiempo y los kilómetros, hoy se habla de la velocidad y la fuerza de los motores de las cintas para correr.
¿Cuál será el futuro del running? ¿Se volverá a correr con total libertad tal como lo hacíamos antes del coronavirus? Nadie, absolutamente nadie lo sabe…
Fotos: Fotorun.
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