Sara Hall, la atleta que hizo historia pero no estará en los Juegos de Tokio
La imagen del tramo final de la maratón femenina en Londres tuvo como protagonistas a Sara Hall y a Ruth Chepngetich. Ellas dos se llevaron toda la atención, mucho más que la ganadora, la keniata Brigid Kosgei.
A menos de 200 metros, Chepngetich marcha con cierta ventaja, pero no tiene más piernas. Y Hall, con la experiencia de 37 años y una extensa trayectoria, lo sabe. Es por eso que acelera y la pasa, finalizando la prueba en el segundo lugar.
Con 2 horas, 22 minutos y 1 segundo, Sara Hall logró la sexta mejor marca de Estados Unidos, mientras que Ruth Chepngetich, que llegó tercera, cruzó la meta en 2:22:05.
Obviamente las postales son diferentes. Mientras que una luce radiante y feliz, la cara de la africana contrasta el cuadro.
A pesar de ello, no todo lo que brilla es oro. La atleta que lució las Asics Metaracer no estará en los Juegos Olímpicos de Tokio, dado que en los Trials realizados por los atletas estadounidenses, abandonó en la maratón clasificatoria y quedó al margen de la selección.
En Londres, de menor a mayor
La progresión de Sara Hall en la carrera merece destacarse. En el kilómetro 20, la diferencia para Chepngetich era de 2 minutos y 10 segundos, mientras que en la mitad de la carrera, la keniata tenía cuatro segundos más a su favor.
Pero eso no es todo. Si bien en el km 25 Sara Hall avanzó posiciones, Chepngetich la aventajaba por 2 minutos y 17 segundos.
Recién en el km 35, la distancia se acortó a 1 minuto y 41 segundos.
A dos mil metros de la llegada, fueron 40 segundos las que las separaban. El resto es historia ya conocida.
Su compañero y entrenador
Sara está casada con su entrenador y ex atleta Ryan Hall, californiano, dos veces olímpico y reconocido como el maratonista blanco más rápido de la historia (2:04:58 en los 42k de Boston en 2011).
“Un atleta con una enorme fé en Dios, un tipo de familia, un pibe que empezó a correr porque le pareció buen complemento luego del basquet de colegio secundario”, lo define el periodista Damián Allende en su blog.
Madre adoptiva de cuatro etíopes
En Etiopía, Sara en principio pensó en adoptar un bebé, pero las vueltas de la vida la llevaron por otro camino.
Así fue como en un orfanato conoció a cuatro hermanas que le cambiaron la vida: Hana (17), Mia (14), Jasmine (10) y Lily (7).
Hoy en día, muchas veces se los ve salir a correr a todos, disfrutando de senderos locales.
En una entrevista concedida al sitio Women´s Running, Sara contó: “Entramos en el proceso asumiendo que adoptaríamos un bebé. No creo que nadie empiece con el pensamiento: ¡voy a adoptar algunos adolescentes! Sin embargo, todo eso cambió cuando visitamos un orfanato en Addis Abeba. Aunque los bebés eran adorables, fueron los niños los que capturaron nuestros corazones. Aprendimos que había muchas personas dispuestas a adoptar bebés, pero la mayor necesidad es con los niños mayores (mayores de 3 años). Es genial cómo algo que te suena tan loco en un momento se siente totalmente normal cuando Dios te da la gracia”.
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