Tiene 86 años y quiere seguir corriendo
José María Berardi entrenaba casi todos los días y hacía 5000 metros. Ahora aguarda por la vuelta de las carreras presenciales para mayores.
¿Se imaginan ser citados para el equipo de atletismo nacional y representar al país a los 86 años? Eso le sucede con frecuencia a José María Berardi, un argentino que compite en mundiales y suele subirse al podio con bastante frecuencia.
En la categoría master, José María se acostumbró a escuchar seguido el himno, dado que tiene más de 30 títulos en diferentes partes del mundo.
Durante los últimos 26 años hizo carreras de 10 o 21 kilómetros, luego maratones (ganó los 42k de Mar del Plata, entre otras), para tiempo más tarde competir en pruebas de velocidad de 100 y 200 metros, carreras con obstáculos y vallas, y salto en largo y alto.
“Estoy esperando a que concluya la pandemia para ver cuando se hace el próximo mundial. Quiero participar como en todos los anteriores”, reconoce, a la espera de que todo vuelva a la normalidad.
De hecho, ya se dio la primera dosis de la vacuna y aguarda con ansiedad la segunda inyección, así puede moverse con mayores defensas ante el Covid-19.
Viajes, amigos y competencias
El deporte se transformó para José María en la posibilidad de viajar y conocer gente. Al tener el don de ser una persona sociable, esto lo disfrutó mucho y permitió establecer lazos con personas de diferentes países.
Además, no se encerró en una prueba, sino que comenzó a competir en distintas pruebas y distancias.
Así fue como se alzó con campeonatos de salto triple, 100 y 400 metros, entre otros.
“Al principio me costaba saltar una valla porque nunca lo había hecho, pero me gustó mucho. Tengo 3 campeonatos mundiales en salto”. recuerda.
Librero de profesión
Dueño de la librería El Mono Sabio, en la localidad de Martínez, en zona norte, divide su día entre la pista de atletismo y los libros.
Ya es una tradición en la zona pasar a saludarlo, o preguntarle “¿cuándo compite de nuevo?”.
“Tener siempre ganas de hacer algo nuevo, cantar, sonreír, disfrutar de todo lo que sucede y no enojarse nunca”, son las claves que revela este experimentado atleta para mantenerse activo.
Antes de la cuarentena estaba acostumbrado a correr 5.000 metros casi todos los días. “Uno debe aprender en la vida a aceptar las buenas y las malas”, reconoce.
¿Qué se le viene ahora? Sin carreras en el horizonte, espera poder seguir entrenando y estar listo para que cuando el mundo vuelva a la normalidad, pueda viajar como es su costumbre y disfrutar de correr, una pasión en su vida.