Todo lo que se debe saber sobre la frecuencia cardíaca

La frecuencia cardíaca (FC), expresada en pulsaciones por minuto (ppm), es el indicador más común que se utiliza como referencia para la interpretación de la intensidad en un ejercicio cardiovascular.

13 de mayo de 2019

La frecuencia cardíaca (FC), expresada en pulsaciones por minuto (ppm), es el indicador más común que se utiliza como referencia para la interpretación de la intensidad en un ejercicio cardiovascular.

Sin embargo, se trata de un parámetro que en muchas ocasiones se lo emplea de forma incorrecta y en otras no se le saca toda la información que ofrece. Por ejemplo, siempre se debe tener en cuenta que la FC no sólo se ve alterada cuando realizamos ejercicio, sino que existen muchos otros factores que la afectan. Uno de ellos es la posición en la cual estemos cuando hagamos actividad física.

En este sentido hay que tener en cuenta que el corazón es un músculo que se encarga de recoger y bombear la sangre por todo el árbol vascular y garantizar que llegue a todos los órganos y sistemas. Cuando estamos de pie, la fuerza de gravedad dificulta el retorno venoso, lo que representa un esfuerzo considerable para el corazón, que se ve obligado a aumentar su frecuencia de contracción.

Sin embargo, si estamos sentados en una bici o en posición horizontal (como cuando nadamos) la fuerza de gravedad afecta mucho menos a la sangre que circula por venas y arterias, el retorno venoso en estas situaciones se ve favorecido, y el corazón disminuye sus latidos. Por esta razón, durante actividades deportivas que realizamos de pie -como correr- la frecuencia cardíaca se eleva de forma más significativa que cuando hacemos bici o nadamos.

Por otra parte, el tamaño del corazón es más chico en la mujer debido a que tienen un menor volumen en sus estructuras corporales. Si lo expresamos en relación al peso corporal, también el resultado es inferior: el tamaño del corazón de la mujer es de un 85 o 90% menor respecto al del hombre.

Al ser las cavidades cardíacas de menor tamaño, resulta, a la vez, que transportan una menor cantidad de sangre y volumen sistólico (cantidad de sangre que expulsa el corazón cada vez que se contrae para igual demanda de oxígeno), por ello el corazón de la mujer se ve obligado a trabajar más. Es por esto que es común que todas las mujeres (en igualdad de condiciones) tengan frecuencias cardíacas siempre superiores que los hombres.

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