Todo sobre el uso de la crioterapia en el deporte

Se utiliza como forma de controlar los edemas e inflamaciones asociadas a una lesión, minimizar la fatiga y favorecer la recuperación

9 de enero de 2021

A la hora de la recuperación física existen muchísimos métodos, pero uno de los más interesantes es la crioterapia, un método empleado desde hace años y al que acuden deportistas de elite como Cristiano Ronaldo o Michael Phelps.

Consiste, por definición, en utilizar el frío como medio terapéutico para producir la destrucción del tejido de forma eficaz y controlada.

En el contexto deportivo, en tanto, se utiliza como forma de controlar los edemas e inflamaciones asociadas a una lesión, minimizar la fatiga y favorecer la recuperación de los deportistas.

Dentro de los efectos fisiológicos de la crioterapia se encuentra la disminución de la temperatura corporal, que influye positivamente en el rendimiento mientras que no se produzca una reducción mayor a 2º.

También se produce la reducción de la extensión del tejido por falta de oxígeno; la disminución de edemas e inflamaciones por la reducción del flujo sanguíneo; se logra la relajación muscular; y se consigue la vasoconstricción producida por el aumento de la presión arterial, seguida de una vasodilatación.

Hay diferentes tipos de aplicación de la crioterapia. La más común es utilizando bolsas de hielo, lo que permite un enfriamiento más intenso.

Su duración será de 20-40 minutos, con una aplicación directa sobre la piel sujetándolo con vendas. También se puede recurrir a paños húmedos, aunque tiene la desventaja de tener que cambiarse a los pocos minutos por su pérdida de frío.

Otro empleo muy habitual es mediante la realización de baños fríos, que puede realizarse de cuerpo completo o de manera parcial, sumergiéndose en el agua manteniendo ésta a una temperatura de alrededor de 10º.

Y también puede recurrirse a geles fríos; a sprays de vapor frío (que producen una pulverización de aire frío sobre la piel por lo que no actúan en profundidad); al criomasaje, que consiste en emplear bloques de hielo con los cuales se realizan movimientos lentos y energéticos sobre la zona afectada. La temperatura no debe ser menor a 15º y el tiempo de aplicación debe ser alrededor de los diez minutos; o a la criocinética, que es una técnica que combina la aplicación de frio con el ejercicio activo, muy empleada en la fisioterapia deportiva.

Cuándo utilizarla. Esta técnica puede emplearse en cualquier momento, pero tendrá diferentes finalidades.

Si se la utiliza antes de la realización del ejercicio físico va a producir una refrigeración en el cuerpo, disminuyendo el estrés por calor del sistema termorregulador y la aparición de fatiga inducida térmicamente, ideal para competiciones o entrenamientos en lugares muy cálidos.

Pero la forma más conocida y más usada es después del ejercicio físico, lo que produce una mejora en la recuperación del deportista aumentando su velocidad, disminución y prevención del dolor muscular, y reducción de inflamaciones. Más allá de todos sus efectos positivos, la crioterapia también tiene ciertas contraindicaciones, ya que puede producir lesiones.

Por eso se debe tener cuidado en personas con hipersensibilidad o hiposensibilidad al frío; afecciones dermatológicas; hipertensión; insuficiencia cardiaca; o insuficiencia pulmonar.

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