Un triatleta se deja pasar cuando su rival equivoca el camino
El español Diego Méntrida vio como el inglés James Teagle confundió el recorrido y le permitió superarlo en el triatlón de Santander.
Las actitudes y gestos deportivos son -sin dudas- mejores que cualquier medalla que se pueda ganar.
En el Triatlón de Santander, en España, Diego Méntrida dio sobradas muestras de su caballerosidad deportiva en el triatlón de distancia olímpica que quedó en manos de Javier Gómez Moya.
En la recta final para completar la prueba, Méntrida marchaba en el cuarto puesto, cuando vio que el tercero, el británico James Tagle se equivocó el camino y siguió de largo en una curva, producto del agotamiento por el esfuerzo.
“Al ver cómo él se equivocaba, inconscientemente me paré. Él se lo merecía”, relata el español a la prensa, al tiempo que agregó: “No tengo dudas de que hice lo correcto. Lo volvería a hacer”.
Ese gesto se ganó la ovación de todos los presentes, y valió más que subirse al podio.
Ya repuesto, Tagle agradeció el gesto: “Se me acercó y me dio las gracias, en inglés”, recordó el español.
“No debió de ver el desvío a meta. O no se lo señalizaron bien. No lo sé, el caso es que se lo merecía”, explica.
El honor pudo más
El hecho de perderse un lugar en el podio le hizo dejar pasar la chance de cobrar 300 euros, lo que para el madrileño de 21 años era un incentivo.
“O eres un Gómez Noya o vivir de esto es complicado”, reconoce, dejando en claro que el dinero le hubiera servido para llegar a fin de mes.
Además, el estar cerca de Gómez Noya era un mérito importante en su trayectoria. A pesar de ello, Méntrida explicó: “Me salió así, es lo más justo”.
A pesar de ello, el triatleta sintió “que no merecía” la foto del podio, que no se la había ganado en buena ley.
En definitiva, más allá de la clasificación, Diego Méntrida terminó subiéndose al podio del respeto deportivo.
Video: El Mundo – España.
Hacé tu comentario