El atleta olímpico Luis Molina pudo reencontrarse con su perra
Luego de que le impidieran el ingreso de su mascota en San Luis, el maratonista finalmente pudo recibir a Gala, que viajó desde Buenos Aires.
Luego de muchos llamados y pedidos, reclamos y bronca, el maratonista olímpico Luis Molina pudo reencontrarse con su perra Gala en la provincia de San Luis.
La mascota fue transportada desde Buenos Aires, luego de que en primera instancia hubiera llegado a la provincia puntana y “le negaran el acceso”, por no dejar entrar y pasar la frontera. Ese fue un momento de conflicto e impotencia para Molina, que vio a su mascota tras una valla y no pudo llevarla a su domicilio.
Tras esa incómoda situación y muchos reclamos, finalmente desde San Luis accedieron a que la perra pase, por lo que nuevamente la trasladaron desde Buenos Aires.
Así fue como tanto Luis Molina como la atleta Carla Vidal pudieron reencontrarse con Gala y llevarla a su casa.
El vínculo de Molina con su perra comenzó hace años, cuando la encontró en un basural, dejada allí por sus anteriores dueños.
Gala es un galgo que era usada para carreras clandestinas, y luego de que “cumpliera la vida útil” fue abandonada.
Así fue como comenzó a formar parte de la “familia” de Luis Molina.
Tiempo después, la perra sufrió un problema motriz, y debió atravesar un largo proceso de recuperación para que pudiera recobrar el estado y volviera a correr.
Ahora, Luis Molina se mudó a San Luis desde Buenos Aires y debido al inicio de la cuarentena, no pudo trasladar a su perra. Tras conseguir los permisos, contrató el servicio de traslado, pero al llegar a la frontera de la provincia no accedieron a que la mascota pasara.
Por eso, el deportista olímpico presente en Rio 2016 inició una serie de reclamos, hasta que finalmente, en una segunda instancia, consiguió tener el tan esperado reencuentro.
“Le quiero agradecer a Guido, de Pet World Travel, que trajo a Gala. Estoy muy contento”, comentó Luis Molina a Mas Aire.
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