Cuando los problemas pasan de los runners a los ciclistas

Al principio de la cuarentena, el foco de las críticas hacia los runners era por el pedido de salir a correr.

Los atacaron por los cuatro costados, viéndolos como la personificación del mismísimo demonio. Ahora, cuando el panorama está más claro y en la mayor parte de la Argentina se puede salir a hacer actividad física al aire libre, dado de que se demostró que tiene poca chance de contagio, el nuevo blanco de las críticas está en los ciclistas.

Al menos así sucede en la provincia de Córdoba, donde varios ciclistas fueron multados por trasladarse de un departamento a otro.

El principal foco de problemas sucedió en el camino que une La Calera con la colectora de Carlos Paz, varios ciclistas fueron multados por inspectores de Malagueño y, como si fuera poco, les confiscaron las bicicletas.

En medio de este episodio, los ciclistas quedaron “en el medio del camino”, debiendo llamar a muchos familiares para que los fueran a buscar.

Varios de los ciclistas se quejaron: “No hay un cartel ni una indicación que maque los límites. Y nos estaban esperando. Así que nos detuvieron, incautaron las bicicletas, y muchos de nosotros debimos volver caminando por varios kilómetros, pero como con nuestro calzado no es para eso, varios debimos hacerlo descalzos”.

Además, también se quejaron “por el poco cuidado” con el que llevaron los rodados, muchos de ellos de alta gama.

Sucede que desde julio, en Córdoba se suspendieron los permisos especiales para deportes y actividades recreativas que incluyan traslados interdepartamentales, negando la autorización de circulación entre localidades. Además, para evitar el incumplimiento de las reglas, se reforzaron los controles y operativos de prevención en todo el corredor, con personal durante las 24 horas.

Recientemente, ciclistas de la provincia realizaron una manifestación para solicitar que se cambie la medida y se vuelva a autorizar el ciclismo de la forma que se realizaba anteriormente.

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