Los beneficios de la carrera continua suave
El trote lento o moderado pero sin parar, reporta sus múltiples beneficios. Enterate en esta nota.
El trote lento o moderado pero sin parar, reporta sus múltiples beneficios. Enterate en esta nota.
Está claro que es mejor para objetivos vinculados a la salud en general y el fortalecimiento físico correr suave pero sin parar, a correr tramos a gran velocidad pero debiendo parar cada tanto.
Mejora la resistencia: nos permite obtener energía aeróbicamente, es decir, en presencia de oxígeno. Si se realiza a una velocidad moderada, favorece la resistencia orgánica general (por lo que sirve para resistir más tiempo corriendo) y acostumbra al músculo a usar grasas como combustible. El material energético (carbohidratos y grasas) se oxida totalmente y con gran rentabilidad, pero con más lentitud.
Rebaja el pulso basal: el corazón se hace más eficaz en su trabajo. El peso y el volumen del corazón aumentan, se incrementa el tamaño de la cavidad del ventrículo izquierdo y sus paredes se ensanchan. El volumen sanguíneo se incrementa, lo que mejora la circulación y facilita la capacidad de suministrar oxígeno durante el ejercicio. Se agranda el tamaño y número de las mitocondrias y se produce un mayor nivel de mioglobina.
Purifica y fortalece: limpia las arterias y los pulmones. También incrementa las defensas, al estimular la producción de adrenalina; despeja la mente y aclara las ideas (los corredores experimentados lo utilizan como terapia para descargar el estrés); tonifica los músculos; fortalece los huesos; y refuerza los cartílagos.
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