Correr más rápido, las claves

Para correr más rápido fundamental tener una buena técnica de carrera. La zancada, la cadencia, el braceo o la pisada son claves.

18 de enero de 2022

Se podría pensar que el running es un deporte muy fácil, en el sentido de que únicamente debemos correr y, a través del entrenamiento, ir mejorando nuestras marcas. Lo cierto es que para ser más rápido hay que respetar ciertos aspectos, y de hacerlo, los resultados vendrán solos.

Sin embargo, no sólo se trata de correr lo más rápido posible sino de hacerlo bien, con una buena técnica de carrera. Por lo tanto habrá que estar atentos a factores como la zancada, la cadencia, el braceo o la pisada. Así, hay varias cuestiones a tener en cuenta.

Correr más rápido: Todo lo que tenes que tener en cuenta

Técnica de carrera: lo primero que diremos es que contar con una buena técnica de carrera no sólo nos permitirá correr más rápido sino que también va a influir en nuestra salud. La relación en muy sencilla: una buena técnica de carrera es inversamente proporcional a la probabilidad de sufrir lesiones.

Luego debemos tener en cuenta que el tronco debe ir siempre recto, evitando la frecuente torsión del mismo para equilibrar el cuerpo. Además, el braceo es el verdadero responsable de realizar esta función estabilizadora, gastando una menor energía para realizar la misma acción. Por lo tanto, hay que llevar el tronco relajado y sin rotar, y realizar siempre el braceo. Además, las manos deben ir relajadas, porque unos puños apretados consumen energía y no aportan ningún beneficio en la velocidad de desplazamiento.

Errores que solemos cometer al correr: algunas de las cosas que hacemos mal y debemos corregir son el juntar las rodillas; apoyarse demasiado sobre los talones (en vez de usar la punta de los pies); mover los brazos de manera exagerada; y usar zapatillas no apropiadas para el tipo de pisada que tenemos.

La técnica

Nuestra zancada ideal: la zancada es la distancia que abarcamos con cada paso que damos al correr. Hay muchas personas que recién se inician en el running y creen que si dan pasos más largos abarcarán más distancia y podrán ser más veloces. Y eso es un grave error, porque lo único que lograrán es quedarse sin energía en menos tiempo, ya que el cuerpo trabajará más al moverse de una forma que no es natural. Además, eso puede dejarnos con dolor en las rodillas e incrementar el riesgo de lesiones.

Dar con la zancada perfecta requiere de práctica, aunque hay algunos consejos muy útiles. Lo primero es fijarse en dónde cae el pie que tenemos delante nuestro. Si lo vemos completamente frente a nosotros, la zancada es demasiado larga. La idea es que cada paso que demos quede debajo del cuerpo. También es muy importante controlar la cadencia, que es la cantidad de pasos que damos corriendo en un minuto.

Si no disponemos de un podómetro podemos calcular el tiempo que tardamos en dar 30 pasos con un pie y luego dividirlo entre 3600. Se estima que los corredores amateurs tienen una cadencia entre los 150 y 170 pasos por minuto, mientras que los atletas de élite llegan a 180 pasos por minuto.

Encontrar nuestro ritmo de carrera perfecto: Para saber cuál es nuestro ritmo adecuado deberíamos realizar varios entrenamientos que simulen el ritmo capaz de hacernos ganar, de modo que nos adaptemos a él. Como recomendación se puede decir que correr de forma económica durante los primeros kilómetros es una buena estrategia, aunque no conviene hacerlo durante demasiado tiempo. En carreras cortas como 5K lo ideal sería correr, como mucho, un 6% por encima de nuestra marca ganadora (la que habremos calculado en los entrenamientos).

Correr más rápido: la técnica del braceo es clave.
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