El Cruce: El desafío de correr 100k en tres días
Resta poco tiempo para que se lleve adelante El Cruce, una de las competencias más importantes del calendario latinoamericano de carreras de montaña, con un circuito de 100 kilómetros dividido en tres días.
Resta poco tiempo para que se lleve adelante El Cruce, una de las competencias más importantes del calendario latinoamericano de carreras de montaña, con un circuito de 100 kilómetros dividido en tres días.
La competencia suele convocar a miles de corredores de más de 48 países y este año (al igual que el anterior), la sede designada es Villa La Angostura.
La prueba se distingue porque después de cada jornada, los corredores llegan a un campamento, y son recibidos por la organización con una carpa armada donde dormirán y un amplio menú de comidas para que puedan elegir.
Por lo tanto, los momentos compartidos en los campamentos son un agregado extra a la experiencia realizada, sumando una particular forma de vivir la carrera.
Cien kilómetros en tres días
La competencia se realizará a partir del jueves 1 de diciembre y hasta el martes 6, con largadas de acuerdo a la categoría de los corredores. Habrá pruebas para elites y amateurs, como también para equipos masculinos, femeninos y mixtos. El sponsor técnico de la prueba será Saucony.
Con la organización de Club de Corredores, dentro del menú de comidas hay platos con carne de vaca o pollo, pastas o guisos, ensaladas y arroz, y frutas de postre. También se cuenta con un menú para celíacos, un hecho que es cada vez más característico en las competencias de trail.
Respecto al recorrido, si bien aún no se dio a conocer el circuito, los competidores pasarán por senderos y caminos entre bosques y filos, harán coasthering por lagos, cruzarán ríos y mallines, y acumularán entre 1000 y 1600 metros de desnivel positivo por jornada.
La historia de El Cruce
La competencia nació en 2002, en plena crisis económica argentina. En aquella ocasión, 124 aventureros se dieron cita en Penitentes, Mendoza, con la idea de unir Penitentes / Aconcagua / Cristo Redentor / Portillo (Chile), cruzando por el Paso Cristo Redentor.
Todos vivieron una gran aventura en El Cruce. Comían entre varios corredores lo que habían llevado cada uno (pan, salamines, atún , arroz, fiambres, frutos secos ), mientras que por la noche, el Ejército los sorprendió al agasajarlos con un guiso.
El campamento en la base del Aconcagua será recordado por los containers, el armado de las carpas, compartir el espíritu aventurero de cada participante. De hecho, los inicios de El Cruce fueron muy distintos al semblante que se luce hoy en día. Era común que se levantaran a las 2 am y se junten a compartir conversaciones alrededor de un fuego, los que no podían dormir.
Prevalecía la presencia de corredores de casi todas las provincias argentinas, que sortearon los senderos del Aconcagua, con sus mulas bajando con grandes bultos de carga. El principal consejo fue “córranse cuando vean venir a las mulas porque ellas no se correrán”. La marcha de San Lorenzo entonada por la fanfarria del ejército y las palabras del teniente coronel despidiendo a los corredores en camp 2 nos hizo llorar a muchos.
Será recordado por la emoción que muchísimos corredores tuvieron al pasar a chile en el momento que veían el Cristo Redentor. Los ganadores de la primera edición, categoría general, fueron la dupla de Villa la Angostura compuesta por Fabio Torchia y Rubén Ocampo. La fiesta de cierre en el Hotel Portillo fue un gran acontecimiento compartiendo bailes con bandas de música tradicional chilena.
A medida que pasaron los años, diferentes escenarios, climas y ganadores fueron pasando, aunque ello no cambió la vivencia en El Cruce de disfrutar de tres jornadas en medio de las montañas, transitando 100 kilómetros en la Patagonia, cruzando entre Argentina y Chile, como también el armado de carpas, las experiencias y momentos compartidos en los campamentos, y paisajes imperdibles.
Web oficial de El Cruce: AQUÍ
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