La banana o el plátano, ideal para los corredores
Consumir esta fruta rica en potasio antes del entrenamiento es ideal para recuperar la energía perdida ¿La clave para evitar calambres?
La banana es una de las frutas con más potasio. El mismo es un mineral que mejora el funcionamiento de los músculos y es esencial para mantener el balance hídrico en el cuerpo. Esta fruta ayuda a controlar la presión arterial, reduciendo el riesgo de infarto y asegurando una buena salud cardíaca.
Su combinación de nutrientes y cualidades energéticas la convierten en un alimento sano y casi indispensable para los deportistas. Siendo una de las frutas más equilibradas, de fácil absorción y práctica para comer fuera de casa como colación. Los músculos del cuerpo deben mantener un balance de minerales específicos: potasio, calcio y magnesio. Cuando estos minerales se desequilibran, los músculos pueden reaccionar con calambres. La banana es una gran fuente de potasio y por eso ayuda a combatir este desequilibrio.
Su buena dosis de potasio y vitamina B6 permite ser una buena opción para evitar los calambres. Cuando se ingiere en pre-entrenamiento, ayuda en el abastecimiento de azúcar en la sangre y a la recuperación de potasio y azúcares perdidos durante el entrenamiento.
Pero la ausencia de potasio no es la única razón de la aparición de calambres:
La pérdida de líquidos: además de la pérdida de agua que a su vez provoca un desequilibrio de fluidos corporales, ocurre la pérdida de electrolitos tales como sodio y potasio, que hace que los músculos sean más susceptibles a contracciones involuntarias.
La fatiga: el sobre entrenamiento, sin respetar el tiempo adecuado para la recuperación, causa fatiga muscular, lo que facilita la aparición de calambres musculares.
Factores metabólicos: el amoniaco y ácido láctico liberados durante el ejercicio producen un ácido intracelular, que afecta a las fibras musculares y aumenta el riesgo de aparición de calambres.
La Temperatura: cambios de temperatura corporal con el medio ambiente, tanto en la parte superior como en la inferior, pueden dar lugar a contracciones involuntarias. Este fenómeno se llama “calambres inducidos por el calor.”
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