#Río2016: Viviana Chávez, la “tapada” que será olímpica
Es una de las tres argentinas clasificadas en la distancia de Maratón para los Juegos Olímpicos. La historia de una atleta que no era tenida en cuenta y que, con garra y profesionalismo, dio el batacazo.Gustavo Montes / Especial para Más Aire
Es una de las tres argentinas clasificadas en la distancia de Maratón para los Juegos Olímpicos. La historia de una atleta que no era tenida en cuenta y que, con garra y profesionalismo, dio el batacazo.Gustavo Montes / Especial para Más Aire
Viviana Chávez es una de las tres argentinas clasificadas en la distancia de Maratón para los Juegos Olímpicos. Empezó a correr hace tan sólo seis años y en la Maratón de Rotterdam 2016 fue la sorpresa. Una atleta que pasó desapercibida y entrenó en silencio. Tras una primera experiencia que no fue buena en la Maratón de Buenos Aires 2015, nadie creía en el poder de Chávez. Sin embargo, con corazón y profesionalismo, clasificó a Río.
Tuviste tres experiencias: una que no fue buena, otra para ganar rodaje y la última que te clasificó. ¿Caíste en la realidad de lo que te está pasando?
No todavía. Me parecía todo tan extraño, pero con una satisfacción interna porque dejé todo.
¿Desde el primer momento que largaste te sentiste tranquila?
Creo que desde el primer momento que largué me sentí tranquila. Sabía que había dado todo y dije: “Bueno esta carrera tiene que ser de disfrute”. Pasando el kilómetro 21, pensé que no llegaba y tenía que levantar e ir por todo.
¿Cuánto les dio el paso por el kilómetro 21?
Creo que pasamos en 1:20:00 o 1:20:09. Por eso, sacaba cuentas y me decía: “Bueno hay que ir de menor a mayor”.
¿Habías coordinado con alguna chica o hiciste tu propia carrera?
No. Había hablado con Karina Córdoba y me dijo que iba a salir a 3:45 de entrada. Yo le dije que iba a partir un poco más lento y ver cómo me iba sintiendo.
¿Cómo era el ritmo a medida que pasaban los kilómetros?
Entre todas, de a poco, fuimos aumentando el ritmo. Pero algunas chicas se fueron quedando. Después, iba concentrada sólo en la meta. Hasta que vi que mi referente, Marita Peralta, también se quedó. Ahí decidí seguir hasta el final. Empecé a bajar un poco el ritmo y en los últimos tres kilómetros entregué todo.
¿Cuál fue la clave para lograr la marca?
La modificación de los entrenamientos, mi seguridad, firmeza y el disfrute. Hoy sólo pienso en disfrutar este momento porque la verdad costó llegar acá y hay que disfrutarlo.
Las expectativas estaban puestas en otras atletas. ¿Sos consciente de eso?
Sí, claro. Hoy creo que todo es posible.
¿Qué hiciste después de terminar la carrera?
Busqué mis cosas en el hotel de Karina Neipan. Y luego me fui sola a mi hotel. Me contacté con la familia, y ya una vez más tranquila y en la ducha, me puse a pensar en el logro.
Viviana Chávez es el claro ejemplo de que querer es poder. Es la segunda mujer sanjuanina que participará de un juego olímpico (la primera fue, ni más ni menos que Marta Orellana).
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