Ritmo ideal de carrera para cada uno

¿Cómo saber cuál es el ritmo ideal de carrera de cada runner? Encontrar la respuesta correcta para este interrogante es más que una complicación, pero con trabajo y el ojo de cada coach, se podrá resolver.

20 de mayo de 2022

¿Cómo saber cuál es el ritmo ideal de carrera de cada runner? Encontrar la respuesta correcta para este interrogante es más que una complicación, pero con trabajo y el ojo de cada coach, se podrá resolver.

Todos los planes de entrenamiento indican un ritmo ideal de carrera, pero eso es un error, ya que lo mejor es que cada atleta lo encuentre por sí mismo. En esta nota te contamos todos los factores que influyen.

Claves para mejorar la velocidad

El ritmo ideal de carrera

Determinar cuál es el ritmo de carrera ideal para cada uno es algo tan importante como difícil. Todos los planes de entrenamiento indican estos ritmos, pero eso es un error, ya que lo mejor es que cada atleta lo encuentre por sí mismo.

La principal razón es que hay demasiados factores que influyen: las zapatillas con las que se corren; el tipo de superficie elegida (tierra, pasto, pista o asfalto); si hay o no desnivel; si el recorrido es lineal o con curvas; la hora del día; la ropa utilizada; y, por supuesto, también el estado físico que tengamos. Respecto a este último punto hay que señalar que un cambio en nuestra condición hará que también varíe nuestro ritmo.

Y hay otras particularidades muy interesantes: si tomamos los casos de un corredor de 1.500 metros y un maratonista veremos que, por sus características, harán repeticiones de 400 metros muy distintas.

Ritmo ideal
No es sencillo conocer el ritmo ideal de carrera de cada uno.

El atleta de medio fondo las realizará más fuertes, mientras que el fondista las hará más suaves. Pero este último hará mejor las series largas, y el corredor de 1.500 las correrá más lentas. Lo mismo ocurre con los corredores aficionados, que para llegar a un mismo objetivo de, por ejemplo, 40 minutos en 10K, podrían hacerlo de formas diferentes: unos necesitarán hacer repeticiones y a otros les vendrá mejor hacer rodajes y ritmos.

Ejercicios para mejorar el paso

Los cambios de ritmo, un factor clave

Aquellos que empiezan a correr se sienten  al principio acomplejados por su ritmo. A veces piensan que lo hacen demasiado lento, y en otros momentos consideran que deberían llevar un ritmo más intenso. Pero la verdad es que no importa lo que diga el reloj. Incluso el trotar a un ritmo relajado brinda varios beneficios.

En primer lugar, ayuda a reducir drásticamente el riesgo de lesión mientras te mantenés en buena forma. Además, si se lo hace por un buen período de tiempo ayuda a mejorar  la resistencia y la capacidad de quemar grasas, y aumenta el flujo de sangre a los músculos, sin omitir  la fortaleza mental.

Para determinar si se está trotando lo suficientemente lento o si realmente es nuestro ritmo ideal, lo primero que hay que tener en cuenta es la respiración: si se empieza a jadear, hay que bajar el ritmo o hacer más pausas. También hay que saber que es una falacia aquello de que si siempre corremos a un ritmo lento no mejoraremos nuestro estado. Si lo hacemos durante mucho tiempo, lograremos mejor resistencia y se fortalecerá nuestro sistema cardiorespiratorio.

Por último, hay que saber que aunque corramos a ritmo lento, eso no significa que no podamos afrontar algunas cuestas que puede haber en el lugar por el que estamos trotando. ¿Cómo hacemos para afrontarlas sin acelerar la marcha? Acortando la zancada y balanceando más los brazos para ayudarnos en el impulso.

Fartlek, un trabajo ideal

Para mejorar nuestros tiempos y encontrar el ritmo ideal de carrera, la combinación de ritmos en los entrenamientos suelen ser una de las claves, fortaleciendo los músculos y la resistencia.

El fartlek es un entrenamiento que trabaja la velocidad y resistencia, de acuerdo a intervalos.

La palabra fartlek proviene de unir dos definiciones suecas. Su traducción significa velocidad (Fart) y Lek quiere decir juego, por lo que es traducido como “juego de velocidad”.

El método fartlek fue creado en 1930 por el sueco Gösse Holmér y la sesión original carecía de un circuito preestablecido, por lo que el corredor improvisaba acelerando en diversos momentos de su entrenamiento siguiendo sus propias sensaciones.

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