¿Tomar agua fría después de correr puede provocar un desmayo?

Tomar agua fría tras correr: muchos tienen miedo de que les ocasione un problema. ¿Cuánto hay de cierto en esto?

16 de febrero de 2022

Luego de una larga carrera, es muy habitual que un corredor quiera beber agua bien fría para poder refrescarse. Pero muchos tienen miedo de hacerlo porque suele decirse que eso puede ser peligroso, ya que provocaría un desmayo o que el cuerpo entre en un estado de shock. Pero en realidad eso es sólo un mito más de los tantos que se instalan y vuelven virales.

Lo primero que hay que decir es que, por supuesto, rehidratarse después de una carrera al sol es esencial para evitar la deshidratación y disminuir la temperatura corporal interna. Y mantenerse adecuadamente hidratado incluso se ha relacionado con el aumento en el rendimiento físico general y la función cerebral, según una investigación de la Universidad de Connecticut (Estados Unidos). Luego, habría que agregar que hay dos problemas que son los que podrían causar que alguien se desmayara luego de un entrenamiento intenso en climas cálidos, y que no tienen que ver con esa falsa creencia. Y de eso tratará esta nota.

Un punto que hay que tener en cuenta es el de sufrir un cambio repentino en la presión arterial. Si alguien está corriendo y para de golpe, puede ocurrir que se sienta mareado, aturdido y que incluso termine inconsciente.

Esto ocurre porque cuando se hace ejercicio, especialmente con calor, el líquido llega a las extremidades del cuerpo para mantenernos fresco. Al entrar en una fase de enfriamiento, el flujo sanguíneo se redistribuye de vuelta al núcleo y al cerebro. Pero si se para repentinamente lo que ocurre es que la presión arterial no ha tenido tiempo de recalibrar.

Esto provoca un flujo sanguíneo insuficiente al cerebro, que ocurre con mayor frecuencia cuando la presión arterial es demasiado baja, lo que puede causar una pérdida temporal de la conciencia. Para evitar que esto ocurra hay que pasar de la ejecución a la recuperación lentamente.

La otra cuestión a la que hay que prestarle mucha atención es a la posibilidad de sufrir una insolación. Una señal de eso es cuando la cara comienza a ponerse demasiado roja durante, o después, de largas carreras.

En estos casos también es importante refrescarse e hidratarse, pero el consejo como siempre es que conviene beber agua fría mientras se camina despacio, en lugar de sentarse inmediatamente después de terminar la carrera. Porque en ese caso sí se puede comenzar a experimentar síntomas de un golpe de calor, como náuseas, ver manchas o sentirse mal. Otros síntomas por insolación incluyen un cambio drástico de humor y dolor de cabeza.

El enfriamiento es vital, pero también lo es la hidratación adecuada, porque a medida que las temperaturas suben se suda más. Y la sudoración es el mecanismo que tiene el cuerpo para enfriar la piel y bajar la temperatura corporal interna, lo que significa que se pierde mucho líquido. Sin suficiente agua antes del ejercicio, se corre un mayor riesgo de deshidratación. Y la deshidratación también puede hacer que los efectos del calor sean más pronunciados, ya que puede provocar una caída en la presión arterial.

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