De correr para viajar a estar en dos Juegos Olímpicos

Javier Carriqueo comenzó en el atletismo con el sueño de conocer lugares. Empezó corriendo porque “era lo más barato” y terminó compitiendo en Beijing 2008 y Londres 2012.

20 de junio de 2020

Hace más de 25 años, un joven de San Martín de Los Andes soñó con viajar, pero como su realidad económica no escapaba de la media, a los 14 años buscó la vuelta para hacer algo que le permitiera conocer lugares.

Así fue como le encontró la vuelta a la situación: empezar a correr era la clave.

Con un par de zapatillas y un short, se sumó a un grupo y de a poco su talento empezó a abrirle puertas.

Javier Carriqueo es uno de los pocos atletas argentinos que logró estar en dos Juegos Olímpicos y aún así, no pierde el sueño de ser el primero en tres.

“De pequeño me di cuenta que corriendo podía conocer otros lugares, que el atletismo me podría dar la posibilidad de viajar, así que me sumé a un grupo de cross country y empecé a entrenar”, relata.

Si bien en la Patagonia también hay otros deportes, como el ciclismo, o correr tetras, sumando kayak y esquí, las “carreras de calle” eran lo más accesible en cuanto a costos, por lo que tomó ese camino.

Asimismo, las montañas que lo rodean también son una opción, aunque todavía no tiene en mente para dedicarse al trail. Si bien ya corrió (y ganó) el K21 de Villa Pehuenia, explica: “No tengo en estos momentos otra visión que tomar este tipo de competencias como un atractivo para salir de la rutina”.

“Hice algunos entrenamientos en montaña, pero no me adapte porque es una disciplina completamente diferente a lo que hago. No lo veo como un objetivo prioritario”, cuenta.

Correr hoy en día es para Javier Carriqueo una forma de vida que le permite viajar, trabajar y seguir soñando con conocer otras partes del mundo. “Correr es como un amor, me sale bien y puedo vivir de ello, por eso lo disfruto y vivo plenamente”.

 

Sus experiencias olímpicas

El atleta de San Martín de Los Andes es uno de los pocos que cuentan con dos experiencias en Juegos Olímpicos, con diferentes caras.

En Beijing 2008 quedó a un paso de llegar a la final de los 1.500 metros, finalizando en el séptimo lugar. Hasta la última etapa clasificatoria, Carriqueo arañó el pase a la carrera decisiva, pero una serie rápida de sus rivales lo dejó en la puerta.

“Beijing fue algo soñado. Fueron mis primeros Juegos y estaba con la cabeza puesta en disfrutar y vivir la experiencia. Desde la previa hasta la convivencia en la villa olímpica. Me llené de esos Juegos”, rememora.

Londres 2012 fue completamente diferente. En esta oportunidad, le tocó estar en los 5.000 metros y su puesto fue 19 de 21, muy lejos de lo que esperaba.

A su vez, recuerda sobre su paso en falso: “En Londres quería hacer una mejor marca, pero no logré un buen resultado. De hecho, teniendo en cuenta otras competencias que hice, obtuve mi segunda peor marca y eso no me permitió disfrutar”.

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