Compañerismo y hermandad, el secreto de las hermanas Borelli
Las mellizas marplatenses son de las mejores atletas del continente. Ambas se apoyan mutuamente, logrando potenciarse y sacar mejores resultados.
Por sus rendimientos, bien se podría hablar de las Borelli como “las hermanas súper poderosas”, o parte del grupo de los “marplatenses voladores”.
Lo cierto es que tanto Florencia como Mariana son dos de las atletas más importantes de Sudamérica.
Flor cuenta con los mejores tiempos en la historia del país en 5000 metros y media maratón. Por el lado de Mariana, cuenta con una de las mejores marcas argentinas de la historia en 800 y 1500 metros, además de ser campeona nacional en 1500 metros.
Pero además de sus logros deportivos, el compañerismo y apoyo que se brindan una con otra en cada entrenamiento y carrera saca lo mejor de las dos.
“Es muy bueno tenerla al lado. Somos muy compañeras y aprendimos a saber perder. Es fácil saber ganar, pero aceptar que te gane la otra es más complejo. En nuestro caso, nos alegramos por los triunfos de las dos y, de manera literal, correr a su lado es hermoso”. ¿A quién pertenece la frase? Podría ser de cualquiera de las dos, dado que transmite lo que sucede entre ambas. Las palabras son de Flor, que en diálogo con Más Aire se sincera: “Cuando la veo correr de afuera me pongo muy nerviosa, mucho más que cuando me toca competir a mi”.
Cuando la veo correr de afuera me pongo muy nerviosa, mucho más que cuando me toca competir a mi”.
A su vez, Mariana relata: “Compartir con Flor las carreras a la par es algo que me encanta. Obviamente, hablo de las pruebas de 1500 metros, ¡porque en 21 kilómetros me saca como 10 minutos!”.
“Nunca tenemos problemas de peleas, sino que nos alentamos y nos ponemos felices”, remarca.
Derrotas sin perdedores
A pesar de que las dos tienen el deporte en la sangre y ambas buscan ganar en cada carrera, ambas aprendieron a celebrar los triunfos de su hermana, aún cuando son las vencidas.
La distancia que une a las atletas de Nike son los 1500 metros.
Mariana rememora una competencia bien cercada. La del Grand Prix de Montevideo, en diciembre de 2020.
En dicha prueba llegó primera, mientras que Flor fue segunda. “Las dos habíamos hecho una prueba por la mañana, cuatro horas más tarde estábamos corriendo las dos los 1500 metros. Ahí, sin planearlo terminamos las dos primeras y fue muy lindo. La gente nos pregunta si planificamos las carreras así y la verdad es que no”, sostiene.
En cambio, Florencia prefiere traer a la mente las carreras de más chicas, cuando su hermana le arrebataba las celebraciones en el sprint final: “Recuerdo cuando corríamos los 1500 metros en los Juegos Evita. Mari tiene un gran remate (siempre lo tuvo), y en esas pruebas, yo tiraba toda la carrera y ella me pasaba en los últimos 100 metros. Siempre me hacía lo mismo y yo llegaba un poco alterada detrás de ella”.
Hinchas incondicionales
Las dos son la fan número 1 de la otra (a excepción de sus hijos, ¡claro!), pero Mariana suele recordar la medalla de oro de Flor en Perú, en los 5000 metros del campeonato Sudamericano de Mayores.
“Fue impresionante verla correr. Allí hizo el récord argentino y logró el título. Fue increíble y cuando llegó le confesé que nunca me iba a olvidar de esa carrera. Ella estaba en el podio y yo estaba orgullosa y emocionada por ella mientras sonaba el himno nacional”, recuerda con cariño, al tiempo que define a su hermana como una “excelente compañera. Siempre quiere que los demás crezcan, es una líder positiva”.
Al mismo tiempo, Florencia define a su hermana con un perfil diferente, sin dudas la clave para que ambas se potencien: “Si bien me pone contenta hacer una marca y de la progresión, ella tiene esa chispa y un espíritu que le permite sacar lo positivo de los logros, incluso cuando no logra el tiempo que quería. Me enseñó esa mirada positiva y me encanta”.
Un año complejo
El 2020 era el año de los Juegos Olímpicos, pero también de muchas otras competencias. Con la pandemia, todo cambió y el viajar se hizo casi imposible.
A pesar de ello, ambas pudieron competir internacionalmente.
“En lo personal, el 2020 me dejó muchas enseñanzas, tanto positivas como aspectos negativos. Pero dentro de lo malo, uno saca cosas buenas. Es complicado viajar en tiempos de Covid-19, pero espero que en 2021 se acomode la situación y en especial las competencias. Imaginate preparar una prueba sin saber si vas a competir, si se suspende mientras estás yendo o en el lugar”, relata Florencia, que compitió en el GP de Uruguay y en el Mundial de 21k de Polonia.
En tanto, Mariana corrió en Uruguay, donde logró el primer lugar en 1500 metros y un lugar en el podio en 800 metros.
“El único viaje que tuve fue al Grand Prix de Uruguay y con los protocolos, todo se vuelve más lento. Además, está el miedo al contagio…termina siendo stressante”, cierra.
Foto de portada: Confederación Atlética del Uruguay