¿Correr para ponerse en forma o ponerse en forma para correr?
Muchos empiezan a correr con el objetivo de adelgazar o mejorar su estado físico. Pero pocos destinan tiempo y energía a la preparación que el running requiere, especialmente los begginers.
Muchos empiezan a correr con el objetivo de adelgazar o mejorar su estado físico. Pero pocos destinan tiempo y energía a la preparación que el running requiere, especialmente los begginers.
Se acerca el verano y la desesperación de muchos también. Cada año, lo mismo: el calor enfrenta a quienes no están contentos con su cuerpo a la incomodidad de mostrarlo.
Aparecen las recetas mágicas para perder kilos con dietas o rutinas que prometen perder grasa y sumar músculos de forma rápida y fácil.
Si bien en los últimos tiempos hubo un cambio positivo con respecto a las imposiciones sociales del cuerpo perfecto y existe una diversidad y aceptación positivas, lo cierto es que la mayoría de la gente prefiere verse en forma, y lo cierto también es que el sobrepeso en ciertos casos trasciende la cuestión estética para convertirse en un problema de salud. Cargar kilos de más trae sus riesgos.
Son muchos los órganos y sistemas que pueden verse afectados: el cardíaco y respiratorio, el endocrino, el locomotor (músculos, huesos y articulaciones), etc. Además de ser un claro agravante de otras enfermedades.
La pregunta del millón es: ¿Se puede, y conviene, perder peso corriendo? sí y no. En la vida, en el deporte y en la salud, todo es relativo. Y la individualidad no permite un único juicio.
Correr es la cuestión
Analicemos distintos casos. Una persona que ya corre o realiza otras actividades físicas, que cuenta con una musculatura resistente, y no tiene un exceso de peso exagerado, sin dudas se beneficiará al sumar sesiones de running. Porque correr significa un gasto de energía grande. De todos modos, la cantidad de calorías consumidas varía mucho en función del peso corporal, la intensidad y duración, y el nivel físico.
Cuanto más entrenado se está, más económico resulta llevar un ritmo determinado, es por esto que a una persona puede significarle una intensidad altísima mantener un ritmo de 5 minutos el kilómetro (y por consiguiente un mayor consumo calórico) y a otra, ese ritmo puede resultar un trote cómodo y económico energéticamente para su metabolismo.
Ahora bien, las calorías serán suministradas por distintas fuentes en relación a la intensidad y al tiempo de duración del ejercicio: cuanto menos intenso y más extenso, mayor será el aporte de las grasas, cuanto más intenso y corto; el del glucógeno (carbohidratos).
Pero en líneas generales y a modo de ejemplo, una persona de 60 kilos trotando a una intensidad moderada, puede consumir entre 600 y 700 calorías en una hora. Y a mayor peso e intensidad, mayor será el consumo.
Dar el primer paso
Una persona que nunca corrió, con muchos kilos de más y/o escasa fuerza muscular, seguramente tenga que adelgazar y ponerse en forma para correr en lugar de pretender ponerse en forma corriendo.
Primero deberá incluir ejercicios de fuerza y actividades menos agresivas para las articulaciones como pueden ser caminar, andar en bici, nadar. Se deben reforzar los músculos, ligamentos y articulaciones para poder resistir el estrés que significa correr, especialmente en cuerpos no adaptados a la actividad.
A medida que se vaya acercando al peso y constitución objetivos, se podrá comenzar a incluir tramos de trotes y/o carreras alternadas con segmentos de caminatas o trabajos en circuito combinando ejercicios de fuerza con carreras no muy extensas.
Otro punto a considerar para los que se inician es no dejarse ganar por la ansiedad y el deseo desenfrenado de resultados inmediatos. Cuanto menor sea nuestra condición física, más le costará al cuerpo recuperarse después de cada sesión, y por esto, no se debe exagerar con la frecuencia. Especialmente en los trabajos más intensos. Pasar de no hacer nada a entrenar todos los días o incluso dos veces al día, es coquetear con las lesiones y descompensaciones. Todo debe ser paulatino pero constante.
Y de entrenar a diario, será determinante alternar sesiones más intensas o extensas con otras más livianas a modo “regenerativas”, y siempre complementando con ejercicios de flexibilidad.
Estas medidas son la clave para que el running resulte un excelente aliado en la búsqueda de una condición física para sentirse, estar, y verse mejor.
En ciertos casos, omitirlas puede desencadenar en malas experiencias que nos alejen por completo y para siempre de la actividad.
Construir un cuerpo
¿Conclusión? Para alcanzar un cuerpo en forma y saludable es necesario respetar la individualidad, una progresión coherente en las cantidades, intensidades, y frecuencias de las sesiones de entrenamiento indistintamente al deporte o actividad elegidos, respetar los descansos adecuados, y llevar una alimentación saludable y equilibrada acorde a nuestros requerimientos.
Y todo esto no se logra en poco tiempo.
Sin embargo, haciendo las cosas bien, en pocas semanas pueden verse cambios notables. Especialmente en personas con baja condición física o muchos kilos de más. Porque la primera etapa de descenso y acondicionamiento físico corresponde a la de los avances más rápidos. Pero es importante entender que estar sano y fuerte debe ser una prioridad para nosotros todo el año y no una medida de rescate en la temporada de playa y pileta.
Cambiar el chip y adoptar nuevos hábitos como estilo de vida y no como plan de emergencia es construir un cuerpo y una vida mejor.
Sin dudas, el running abordado adecuadamente y con los recaudos necesarios, es una de las mejores herramientas que tenemos a nuestro alcance para este propósito.
Las estadísticas cuentan que la mayoría de los que empiezan, se enamoran de correr y difícilmente abandonan.
De esta forma los corredores muchas veces quedan atrapados en esa actitud casi adictiva de la superación personal: bajar marcas, correr pruebas más largas o desafiantes, y todo esto impulsa a cuidar demás aspectos que contribuyan a mejorar la performance: trabajar la fuerza para no lesionarse, descansar lo suficiente para rendir mejor, evitar el alcohol y el cigarrillo, no trasnochar tanto, alimentarse saludablemente y sin excesos dañinos para estar más liviano, etc.
Es una rueda maravillosa WIN – WIN, donde correr nos pone o mantiene en forma, y cuidamos la forma para correr.
Colaboración realizada por Carolina Rossi, entrenadora Nacional de atletismo y corredora.
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