Aspectos a tener en cuenta a la hora de comprar una cinta

Entrenar en casa (y a la hora que sea) es una alternativa que cualquier runner verá con buenos ojos. Más en estos tiempos, en los que salir a correr es algo tan valioso como el oro.

Por ello, tener la posibilidad de adquirir una cinta es algo que brinda comodidad, aunque debes tener un espacio para instalarla y que no te estorbe con tu vida diaria.

¿Qué tengo que tener en cuenta si voy a comprar una cinta?

-La velocidad.

Cada cinta tiene una velocidad estimada, y no todas cuentan con la misma. Es por eso que todos debemos tener en claro cual será la finalidad de la cinta. Si la deseas para trotar, la velocidad no te cambiará, pero si quieres o apuntas a ser pasadas, es un aspecto determinante.

12 kilómetros por hora es un ritmo que sirve para cada nivel inicial, mientras que para el grupo de corredores de velocidad intermedia, los 16 kilómetros serán lo adecuado.

Si tu idea es adquirir un ritmo mayor, deberás apuntar a una cinta que tenga al menos 18k por hora.

-La potencia y el motor de la cinta.

Todo runner tiene que tener en cuenta que le intentarán ofrecer “caminadoras” que no servirán para su fin.

Aquellos corredores que tienen un peso menor a los 80 kilos pueden usar una cinta con 2 CV de potencia, y aquellos que están sobre ese peso, deberán buscar una potencia mayor a ese número.

-El espacio.

Debes tener en cuenta que a mayor anchura, más comodidad tendrás para correr. En la calle, nada te limita, pero si la cinta es finita, no te sentirás del todo a gusto.

-Inclinación.

Para ganar potencia, en las cintas que cuentan con inclinación podrás simular cuestas, lo que te beneficiará en tu carrera. Además, sirve para los entrenamientos de aquellos corredores amantes del trail.

-Planes de entrenamiento.

La mayoría de las cintas cuentan con diferentes planes, que te brindarán un plus para lograr un mejor rendimiento cuando quieras competir.

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