¿Correr 10k en casa por cuarentena? ¡Claro que sí!

En Más Aire te contamos lo que se siente correr 10 kilómetros en un departamento de dos ambientes. ¿Es una locura? No piensen…traten de divertirse y quemar calorías.

23 de marzo de 2020

(Por Federico Sánchez Parodi).- En medio de la pandemia de coronavirus, salir a hacer actividad física está terminantemente prohibido, por más que haya algunos que intenten violar la cuarentena y se los vea correr (con la posterior detención y arresto por parte de la policía).

En Más Aire nos preguntamos…¿como sería correr dentro del departamento? ¿qué tan complicado es? Muchas veces hablamos del “desafío mental” que significa correr una carrera de 10 mil metros en una pista de atletismo (con 25 eternas vueltas).

Por ello, imaginarse hacer un circuito de alrededor de 40 metros (con obstáculos o doblando y no de manera lineal), suena un desafío enorme, pero al mismo tiempo, y por lo menos de arranque, entretenido.

Antes que nada, utilizamos dos formas de medición: Garmin y Runtastic, para poder demostrar lo hecho, y en la foto podemos exhibir nuestra cara de felicidad al completar el recorrido.

Pusimos música (de la más variada, pasando por cumbia y rock, principalmente) y largamos.

Ciertamente, la expectativa pasó por saber “a cuánto se podría correr”…y tras el primer kilómetro, uno empezó a tomar dimensión de que “la carrera de 10k” llevaría algo más de una hora, y así fue.

Tras el segundo kilómetro algo más rápido (un par de segundos menos), también tenemos que darnos cuenta que las mediciones no serán 100% certeras, dado que estamos en un lugar “bajo techo” y la señal no es perfecta, aunque estaba asumido.

Llegar al kilómetro 5 fue un éxito, celebrado con una sonrisa, y aprovechando para tomar un poco de agua (con un falso puesto de hidratación, con una botella sobre la mesa), para luego seguir, y empezar a motivarse sabiendo que venía la “cuenta regresiva”.

Lo cierto es que entre el kilómetro 6 y 8 el tiempo cada mil metros aumentó, tal vez por algo de aburrimiento, pero tras pasar los 8k, todo fue celebración y cada metro recorrido un festejo.

El ritmo no es el problema, sino el recorrido rutinario y corto.

Para “cruzar la meta” en los 10 kilómetros preparé “Don´t Stop Me Now” de Queen y lamenté que no hubiera fotógrafos que retrataran mi gran sonrisa.

Así, aunque no haya sido mi mejor tiempo en la distancia, fue un día ganado más, con un entrenamiento en casa, y la satisfacción de haber completado la rutina.

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