Dieta y entrenamiento para las mujeres que buscan perder grasa

Si bien, no todos los cuerpos son iguales ni necesitan lo mismo, en esta nota damos una serie de tips generales que ayudarán.

Muchas mujeres se preguntan cómo hacer para eliminar la grasa localizada. Y si bien se sabe que no todos los cuerpos son iguales, hay algunos consejos generales que pueden ayudar bastante. Lo primero, y lo más obvio, es controlar la ingesta de calorías. Aunque no debe confundirse eso con el pasar hambre o, mucho menos, con el estar largo tiempo sin comer. Se trata sólo de alimentarse sanamente y en la cantidad adecuada. Para eso se debe multiplicar el peso corporal por 22. Por ejemplo, si se pesa 90 kilos se necesitarían entre 1.900 y 2.000 calorías.

Otro punto importante es reducir el consumo de carbohidratos, especialmente el azúcar presente en dulces, pasteles, tartas y también la fruta, ya que es principalmente azúcar. El azúcar natural sigue siendo azúcar, y puede generar grasa en el organismo si se la consume en exceso. Otros alimentos altos en azúcar son la pasta, batatas, algunas verduras, el arroz y el pan.

Un error habitual es pensar que el arroz y la pasta integral no producen los mismos efectos que en su versión original. Esos alimentos siguen conteniendo azúcar en menos cantidad pero con un poco más de fibra. Y es por esto que se digieren más lentamente en el organismo. Por eso lo más recomendable es ir, de a poco, reduciendo el consumo de carbohidratos simples. Por otro lado, es importante aumentar la ingesta de proteínas, que ayudará a mantener la masa magra (músculo) que ya se posee. Lo recomendable es que la alimentación diaria esté integrada por un 40% de proteínas.

También es recomendable el entrenamiento con pesas apuntado a trabajar la resistencia, lo que tendrá una gran cantidad de beneficios, como mejorar la fuerza y el tono muscular; controlar el peso; preveer y controlar las condiciones de salud como diabetes, enfermedades del corazón y la artritis; ayudar a manejar el dolor; mejorar la movilidad, el equilibrio y la postura; disminuir el riesgo de lesiones; aumentar la densidad ósea; mejorar los patrones de sueño; aumentar el metabolismo; mejorar el rendimiento en las tareas cotidianas; y aumentar la autoestima.

Por último, hacer ejercicio cardiovascular también ayudará mucho, aunque no hay que exagerar, sino el cuerpo comenzará a entrar en un estado catabólico, lo que significa que empezará a usar el músculo como combustible en lugar de los alimentos que se hayan ingerido recientemente, lo que también aplica con las reservas de grasa. Así que si se realiza ejercicio cardiovascular por más de una hora se estarán desgastando los músculos.

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