OceanMan Argentina 2024: Todo listo para nadar en el Lago Espejo

Una de las competencias más importantes de aguas abiertas, Oceanman, volverá a tener sede en la Argentina entre el 24 y 25 de febrero del 2024.

20 de diciembre de 2023

Una de las competencias más importantes de aguas abiertas, Oceanman, volverá a tener sede en la Argentina entre el 24 y 25 de febrero del 2024.

El evento se desarrollará en el Lago Espejo, en la localidad de Villa La Angostura, provincia de Neuquén, por segundo año consecutivo.

En 2023 se registraron nadadores de más de 12 países diferentes, con la distancia principal de 11 kilómetros, como también la distancia half de Oceanman de 5 kilómetros, o el ultra, con 25k.

También habrá pruebas de postas y el Oceanman Kids, con un circuito de 500 metros.

OceanMan, en todo el mundo

La carrera en Villa La Angostura es parte de una amplia agenda anual de OceanMan que incluye fechas en Brasil, Vietnam, Colombia, España, Italia, Ecuador, Indonesia, Kazajistán, México, Egipto, Emiratos Árabes y Tailandia.

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Vale destacar que Argentina es un país en el que esta disciplina tiene muchos adeptos que desafían las aguas abiertas, muchas veces gélidas y otras cálidas, y en búsqueda de las mejores sensaciones.

Al mismo tiempo, la provincia del Neuquén también es sinónimo de gran cantidad de lagos y ríos. Espejos de aguas que maravillan por su calidad y transparencia, y que son ideales para este tipo de competencias.

Más información en www.oceanmanswim.com

oceanman

Al nadar en aguas abiertas, una de los aspectos más complejos es poder nadar con orientación. ¿Cómo se puede lograr esto?

En el siguiente artículo os damos una serie de consejos para que nades en línea recta en aguas abiertas.

Perder el rumbo y nadar más metros de los que se tienen que hacer en una competición es una cosa bastante habitual y por eso recopilamos algunos trucos que seguro os ayudarán a mantener la trazada.

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¿Qué hacer para nadar en línea recta?

Te damos una serie de recomendaciones para que entrenes en la piscina o en aguas abiertas si tienes la posibilidad

En la piscina: Haz series donde alternes respiraciones normales con visualizaciones frontales de forma que cada vez que mires al frente tengas que ver un objeto (cono, aro, reloj) sin perder la velocidad de nado.

En aguas abiertas

Busca un tramo de entre 30 y 50 metros en el que esté señalizado cada extremo con una boya o algo que puedas identificar.

Tienes que nadar de un punto a otro sin mirar la boya. Podrás respirar a ambos lados o solo a uno pero no podrás mirar hacia delante.

Dos cosas que siempre tienes que recordar

Busca puntos de referencia externos: Siempre que sea posible busca algún punto de referencia como un edificio, torre, montaña, casa, etc, como también las boyas, o también los botes socorristas que estén ubicados de manera estática.

En muchas ocasiones la visualización de la boya de hace difícil (oleaje, sol de frente, masificación de nadadores, etc.), tener un punto de referencia externo te permitirá seguir en la línea de avance hacia la boya.

Al mismo tiempo, distinguiremos tres formas de visualización frontal, que realizaremos cada cuatro o diez brazadas en función del estado del mar y de la posibilidad de fijar puntos visuales.

En la primera, levantaremos la cabeza lo mínimo posible y dejando que salgan del agua solo los ojos. La coordinaremos con nuestro nado en el momento de máximo deslizamiento de la brazada.

En la segunda, sacaremos la cabeza un poco más y durante más tiempo (cara fuera del agua). Ya sea porque hay oleaje o porque tenemos obstáculos delante.

Aprovecharemos el apoyo con un brazo para subir el cuerpo hacia arriba y el deslizamiento del contrario para mantener la cabeza fuera.

Coordina tus respiraciones

Para poder orientarte, es muy importante la coordinación entre la respiración y la orientación.

Si tiendes a desviarte mucho, no pases más de 4 brazadas sin echar un vistazo rápido a la boya.

Cuando hablamos de visualización frontal nos referimos a levantar la cabeza por delante, intentando que sea lo mínimo posible y en coordinación con nuestro nado. Es importante no respirar cuando realicemos este gesto técnico (la respiración debe ser siempre lateral), y buscar fijar puntos de referencia que nos ayuden a guiarnos en el agua cada vez que elevemos la mirada frontalmente.

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