Running: El calor, enemigo público
Las altas temperaturas suelen jugarle en contra a los corredores cuando quieren salir a entrenar. El running se puede realizar en cualquier etapa del año, pero hay factores que inciden de una forma u otra y afectan en el rendimiento.
Las altas temperaturas suelen jugarle en contra a los corredores cuando quieren salir a entrenar. El running se puede realizar en cualquier etapa del año, pero hay factores que inciden de una forma u otra y afectan en el rendimiento.
Es por ese motivo que se deben buscar las mejores alternativas, pasando por los horarios como la hidratación o alimentación para evitar pasar malos momentos.
- Horario de entrenamiento en el running: lo mejor es elegir el comienzo o final del día, cuando las temperaturas no nos afectan tanto.
- Beber al menos dos litros de agua: se recomienda tomar más agua de lo acostumbrado.
- Tomar agua en medio del entrenamiento: es mejor tener a mano una botella o mochila de hidratación y refrescarse en plena corrida.
- Usar gorra: puede servir para evitar sufrir el sol en la cara. También es recomendable mojarse, lo que puede retener más el momento de frescura.
La hidratación en el running
La hidratación en la vida del corredor es clave en todo momento durante la práctica del running. No se debe tener en cuenta en el momento en que las temperaturas son altas, sino todos los días.
Pero ante un golpe de calor, el estar bien hidratado es determinante.
Habitualmente se escucha decir que “hay que tomar dos litros de agua por día” para estar hidratado, pero eso es una verdad a medias.
Lo cierto es que la cantidad acorde a lo que uno necesita va más en torno a la composición corporal y peso de cada uno.
Por lo que esa cantidad es una cantidad “regular” o una base mínima de lo que se debe tomar a la hora de disfrutar del running.
Asimismo, hay que tener en cuenta que uno no debe esperar a “tener sed” para deber tomar agua. Lo recomendable es estar siempre hidratado, al menos con pequeños sorbos.
A tener en cuenta
A pesar de ello, todos pueden encontrar alternativas para no disminuir el rendimiento, especialmente en verano, cuando el ritmo de competencias disminuye y por lo general, nuestros entrenadores nos brindan una rutina con ajustes y trabajos específicos.
Es fundamental tomar al menos entre dos y tres litros de agua, para mantenerse permanentemente hidratados. A la hora de entrenar, lo recomendable es tener una botella o caramañola a un costado, y en cada pausa, bebe un sorbo de agua o bebida isotónica.
El horario de entrenamiento es esencial y determinante. Por lo general, se recomienda salir a correr a primera hora de la mañana o cuando baja el sol, por la tarde.
La ropa elegida para el entrenamiento es determinante. Lo mejor es elegir prendas ligeras y transpirables, así la piel se mantendrá más fresca y tu entrenamiento será más agradable.
La utilización de las gorras permite tener una protección del sol, si es que uno sale en horario vespertino.
El color de la ropa también es importante. Lucir prendas claras permite que el aire circule mejor.
Los beneficios de entrenar temprano
El horario para entrenar es determinante en diversos aspectos y especialmente en tiempos en que la temperatura es alta.
Diferentes estudios han revelado que el entrenamiento matinal favorece a aquellos que quieren rendir mejor o perder peso.
El hecho de realizar ejercicio por la mañana brinda el efecto revitalizante del ejercicio que nos llena de energía para continuar con ánimo el resto del día.
Además, el rendimiento se potencia debido a que el cuerpo cuenta con varias horas de descanso y dispone de mayor predisposición para realizar movimientos.
Por otra parte, para los deportistas que quieren perder peso lo ideal es entrenar por la mañana debido a que el efecto incrementaría el metabolismo y favorecería el gasto calórico.
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