El running mejora la vida sexual

Hay varios aspectos que llevan a definir a la actividad física y especialmente al correr como un claro ejemplo de que al llevado adelante, beneficia la actividad en la cama con la pareja.

26 de marzo de 2019

Se sabe que el running tiene efectos positivos en la salud de las personas. Por ejemplo, mejora el sistema cardiovascular y brinda mayor fuerza y agilidad, pero también hay otra ventaja que no muchos saben, y es que correr de manera habitual (al menos 30 minutos y más de tres veces por semana) también repercute de buena manera en la vida sexual.

Mejora la confianza: el running vuelve a quienes lo practican más fuerte, resistente y saludable. Eso, sin dudas, repercute también a nivel psicológico y emocional. La autoestima crece aún más cuando se lo practica de manera regular y se van viendo resultados como el correr más kilómetros; más tiempo; terminar una carrera; o vencer una distancia que pensabas inalcanzable. Y ese amor propio también se percibe en la vida cotidiana, y sobre todo en la cama. La persona se sentirá más confiada, cómoda y atractiva en cada encuentro.

Menos agitación: las personas sedentarias y fuera de estado físico pueden llegar a padecer los encuentros sexuales. Luego de algunos minutos, las pulsaciones se elevan demasiado, aumenta la temperatura corporal y todo empieza a molestar. Para un corredor habitual, que está en buena forma, el acto sexual significa una exigencia física menor. Si se puede correr una hora sin parar, los encuentros íntimos serán mucho más “fácil”.

Mayor variedad: algunas posiciones sexuales presentan una exigencia física elevada que puede ser desafiante para muchas personas. Sin embargo, para quienes corren y tienen piernas más fuertes, resistentes y todos sus músculos entrenados, es mucho más fácil agregarle variedad a las relaciones sexuales.

Más predispuestos: está demostrado que el running ayudar a liberar el estrés acumulado durante la jornada laboral. Mientras corremos, el organismo produce una serie de hormonas entre las que se encuentran las endorfinas, lo que provoca un estado pleno de euforia o placer.

Menos impotencia para ellos: la disfunción eréctil es una enfermedad frecuente que si no se trata puede llegar a afectar a las relaciones con la pareja, la familia, el entorno laboral y social. En un estudio del 2003 de la Universidad de Harvard se descubrió que los hombres mayores de 50 años que se ejercitan al menos tres horas a la semana tienen un riesgo 30% menor de impotencia que los que hacen poco o nada de ejercicio.

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