Ruptura del tendón de Aquiles. Esa temida lesión

Es el tendón más grueso y fuerte del cuerpo humano, pero puede sufrir lesiones de importancia como la tendinosis aquiliana o su ruptura, cuya recuperación suele tardar entre tres y seis meses. 

10 de noviembre de 2017

Es el tendón más grueso y fuerte del cuerpo humano, pero puede sufrir lesiones de importancia como la tendinosis aquiliana o su ruptura, cuya recuperación suele tardar entre tres y seis meses. 

Los tendones unen los músculos a los huesos, y el tendón de Aquiles es el que conecta los músculos de la pantorrilla con el dorso de tu talón. Este tendón comienza en la unión músculo tendinosa de los músculos de las pantorrillas, donde es aplanado y luego se redondea a unos cuatro centímetros de su inserción para finalmente aplanarse, expandirse e insertarse en la mitad de la superficie postero inferior del calcáneo (el hueso que forma el talón). Su función es la de trasmitir la fuerza de la contracción de los músculos que forman los conocidos gemelos (músculo gastrocnemio) y el soleo. Y esta fuerza se traduce en el movimiento de flexión plantar del pie.

Pese a que el tendón de Aquiles es el tendón más grueso y fuerte del cuerpo humano, puede sufrir lesiones de importancia como la tendinosis aquiliana o su ruptura, que se produce cuando el tendón está completamente desgarrado o se ha separado completamente del hueso del talón. Es una lesión dolorosa, molesta, incapacitante y de largo tratamiento, que pondrá a prueba la fortaleza anímica del deportista al máximo.

Dependiendo de la gravedad de la ruptura, antecedentes y tratamiento definido por el profesional médico, la recuperación suele tardar entre tres y seis meses. Una vez que la cicatrización del tendón se haya producido y con el alta del médico, es cuando es necesario tener en cuenta algunas consideraciones para evitar el volver a sufrir nuevamente la misma lesión.

Lo primero es seguir las recomendaciones del médico y no correr más de lo que él te diga. Y también es importante que escuches al propio cuerpo, que informará cómo va respondiendo. Por ejemplo, si al caminar ya aparece alguna molestia eso es una señal muy clara de que aún no se puede volver a las pistas.

Por otra parte, no hay que olvidar que el caminar sin dolor tampoco significa que ya se pueda correr a la misma intensidad y volúmenes que antes de la lesión. En todo caso, y para tener un parámetro, se debería poder caminar por lo menos alrededor de una hora sin sentir molestias para estar seguros de que se puede probar algunos minutos corriendo.

También es importante hacer un programa general de fortalecimiento de las piernas, dedicando buena parte del tiempo a la zona lesionada. Y, como después de meses de inactividad se sentirán algunas molestias y dolores, son más que recomendable los masajes en la zona de pantorrillas y pies, además de una rutina de estiramientos.

Por último, no olvidar la siguiente sigla: R.I.C.E. Eso significa que después de exigir al tendón de Aquiles hay que aplicar esa técnica, que consiste en reposo, hielo, compresión y elevación. Entonces, al terminar de entrenar, hay que recostarse en una cama con las piernas en alto, aplicando hielo y compresión en tu tendón lesionado, que ayudará a no sufrir la  vuelta.  Y reducir la inflamación y el dolor siempre será recomendable.

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